Las actividades costumbristas fortalecen el espíritu comunitario de la población mapuche, la amistad de sus familias y la unión con los otros habitantes de la región.
Desde sus inicios, el pueblo mapuche desarrolló un amplio conocimiento de la astrología y la astronomía. Esto le posibilitó tener una noción acabada de los cambios de posición del sol y otros astros y, como consecuencia, las variaciones que producen en la naturaleza y el ser humano. Esa comprensión hizo que pudieran captar con exactitud el lenguaje de la tierra, sus etapas evolutivas y el comienzo y fin de cada año. Para quienes viven en el Hemisferio Sur, el 21 de junio es el día más corto del año, la noche más larga y el comienzo del invierno; el solsticio respectivo marca la mayor distancia entre la Tierra y el Sol. Para los mapuches coincide con el fin de la época de cosecha y el inicio de la de siembra. En su visión cíclica del tiempo, el sol es el principal motor de la vida. Sus creencias marcan que este nace al inicio del invierno, en primavera se hace joven, en verano es adulto y se hace viejo en otoño cuando las hojas de los árboles caen y los animales cambian su pelaje.
“We Xipantu” significa en lengua mapudungun “año nuevo” o “salida del nuevo sol” y es una celebración importante que coincide con la ceremonia incaica del Inti Raimy. Realizan un Nguillatún, en el que se agradece, se ruega y se rinde honores al sol, fuente de sabiduría y renovación. El día 23 de junio por la noche comienzan los ritos con las familias reunidas alrededor de un fogón mientras comen platos típicos y los ancianos de la comunidad cuentan relatos. En la madrugada del día 24, todos los integrantes del encuentro dejan el calor del fuego para tomar contacto con las frías aguas de ríos, arroyos y vertientes más cercanos. Allí purifican su cuerpo y espíritu antes de que salga el nuevo sol en coincidencia con el año nuevo. La ceremonia se acompaña de rezos y luego cada familia regresa a su casa tocando sus instrumentos tradicionales y entonando cantos alusivos. Algunas comunidades incluyen juegos populares, bautismos y rituales que afirman sus creencias como parte de los festejos y para fortalecer los vínculos entre todos. En la actualidad, se ha hecho notorio que en esa fecha como en otras de su calendario se participe a las comunidades blancas argentinas y chilenas a tomar parte de sus reuniones. Existe una marcada tendencia a hacer conocer su filosofía de vida que, con esos festejos, se afianza en los más jóvenes de la hermandad mapuche.