De vuelta en vigencia, este paseo es una excursión clásica. Ahora se puede volver a unir las dos ciudades emblema de la Patagonia argentino-chilena: San Carlos de Bariloche y Puerto Varas.
Tras haber estado interrumpido por mucho tiempo, regresó a las agencias de viaje uno de los paseos más extraordinarios del Sur argentino: el cruce de los Andes en catamarán, que une las ciudades de San Carlos de Bariloche y Puerto Varas. La excursión ofrece un itinerario de belleza única, con el que se une ambas ciudades a través de cinco destinos terrestres y tres lacustres. Es ideal para conocer ambos países. La excursión se realiza en un mismo día, pero también existe la posibilidad de pasar la noche en Chile, en la coqueta ciudad de Peulla, y disfrutar allí de todas las actividades de aventura que esperan al visitante. Lo que cautiva a los turistas extranjeros es que en cuestión de horas el visitante puede obtener una idea general de los distintos países patagónicos, que incluye por supuesto degustaciones gastronómicas.
La empresa que se encarga hoy de esta aventura se llama Cruce Andino y logró que la excursión volviera a estar en boca del turismo internacional. La excursión comienza en San Carlos de Bariloche a las 7 de la mañana, donde puede verse a los aventureros esperar ansiosos en Puerto Pañuelo (Argentina) para subirse a bordo del catamarán que navegará por el lago Nahuel Huapi hasta Puerto Blest. Después de llegar a Puerto Blest, el grupo baja a tierra y es transportado en ómnibus hasta Puerto Alegre, donde luego se vuelve a embarcar para navegar por el magnífico lago Frías, hasta llegar al próximo puerto. Allí todos bajan para realizar los trámites migratorios (aduana con Chile). De vuelta en ómnibus, se dirigen (tras dos horas de viaje por la geografía chilena) a Peulla, una pequeña localidad de Chile donde quienes quieran pueden optar por prolongar la estadía y quedarse alojados. Al llegar a Peulla, el lago Todos los Santos (parque nacional Vicente Pérez Rosales) es el punto ideal para almorzar y hacer un alto para disfrutar y comentar todo lo vivido hasta el momento. Luego de hacer la digestión, el grupo se sube nuevamente a un catamarán para navegar por este maravilloso espejo de agua, desde el cual se observa la magnífica presencia del volcán Osorno y su cumbre siempre nevada. Lagos y ríos de aguas de deshielo, las truchas y los salmones que suelen acompañar las embarcaciones y la constante alegría en las caras de los visitantes hacen que este paseo vuelva a ser parte de los atractivos turísticos de estas dos ciudades imperdibles para quien visita la Patagonia.
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