Convertido en un símbolo de la lucha por un ideal, se concreta en San Martín de los Andes un espacio abierto a la comunidad para conocer la trayectoria de este luchador.
San Martín de los Andes está asentada en una antigua tierra mapuche. En la actualidad, si escuchamos la palabra “mapuche”, traducimos “che” como “gente”, “persona”, “hombre”, aunque nuestra sangre no pertenezca a la de los primeros habitantes. Se ha abierto en esta localidad un museo que nos habla del Che. En este caso, lo asociamos a un argentino con trayectoria internacional muy conocido por sus luchas por los pueblos oprimidos. Ernesto Guevara Lynch era su nombre completo y se lo relaciona con San Martín de los Andes por su paso fugaz por esta localidad. La Pastera, Museo del Che, está ubicada en la manzana donde la Administración de Parques Nacionales tiene su asentamiento, dentro del casco urbano de la ciudad. El Che visitó la localidad en 1952 y este reconocimiento e inauguración es de junio de 2008.
Antes de crearse este museo, La Pastera era un espacio frecuentado por intelectuales, artesanos y músicos que lucharon para que no se diera otro destino a este lugar desapareciera. La perseverancia de muchos hizo que el museo se hiciera realidad.
Ver para creer
Realizamos una visita y en su sala principal pudimos ver expuestos los ejes de la vida y pensamiento del Che Guevara en sus diferentes puestos de lucha. Hay paneles con excelentes fotografías conocidas e ignotas que dan cuenta de su bibliografía, sus viajes por América Latina y por África Central. Tomamos conocimiento de su lucha armada junto a otros revolucionarios para derrocar el régimen de Fulgencio Batista en la isla de Cuba. Supimos que se desempeñó en la jefatura del ejército cubano y el ministerio de agricultura en el nuevo gobierno. También luchó por los trabajadores y por la juventud al lado de Fidel Castro y otros compañeros. Caminando por la sala, otros paneles mostraban el cambio de escenario y su viaje a Bolivia, donde encabezó grupos revolucionarios que finalmente lo llevaron a la muerte. La afiches impresos están presentados en idioma castellano, inglés y portugués. Por una escalera de madera, algo precaria, nos asomamos al lugar donde hace más de 50 años fueron albergados y pasaron la noche Ernesto Guevara y su compañero Alberto Granado en su breve paso por San Martín de los Andes.
Tracción a sangre
Este lugar le da nombre al museo por ser el espacio donde se guardaban los fardos de pasto para los equinos con que se trasladaban los guardaparques en ese entonces. A continuación, la librería ofrece ejemplares de escritos del Che Guevara y otros pensadores que han dejado sus impresiones en publicaciones de gran valor. Se complementa con pantalla y multimedia para la presentación de audiovisuales cedidos por organismos cubanos. Visitas guiadas permiten conocer algo más de este mítico personaje, argentino de nacimiento pero cubano de adopción. Nos dice Julia Rivón, su directora: “La Pastera ya era un lugar de encuentro y esto debe tener continuidad. Que tenga vida y promueva acción entre los jóvenes. Organizaciones cubanas y de otras provincias argentinas ya han hecho su aporte y existe un proyecto de ahondar en fuentes de información y bibliografía para agregar a lo que hoy se ofrece”. Conviven aquí el
“che” mapuche con el
“Che” Guevara , sobrenombre que recibiera este personaje por el solo hecho de haber nacido en Argentina.