En auto o en bici, la excursión a los ojos de Caburgua es una buena opción para encontrarse con la naturaleza a pocos kilómetros del centro urbano.
Una de los clásicos paseos para conocer las bellezas geográficas que rodean a Pucón es la excursión a los ojos de Caburgua, unas magníficas hoyas naturales en plena selva valdiviana. Para conocerlas, en auto o en bici, hay que salir en dirección al lago Caburgua y recorrer 15 kilómetros hasta llegar a un desvío a la izquierda que termina en un conjunto de pozones naturales. Esta agua subterránea que aflora en medio de un tupido bosque proviene del mismo lago que les da nombre y de otros riachuelos circundantes. En verano, es el lugar elegido por visitantes y lugareños para bañarse, hacer picnic o acampar. Otra alternativa es seguir por la ruta desde el desvío 3 kilómetros hasta el parador “El Cristo”, doblar a la izquierda y después de un kilómetro llegar a la hostería Landhaus San Sebastián. En este tradicional restaurante y casa de té atendido por sus dueños se pueden saborear clásicos platos de la gastronomía alemana, muy típica de la zona.
Continuando el camino, a un kilómetro se puede visitar la capilla San Sebastián Carhuello y hacia la derecha, luego de hacer 2 kilómetros, están los Saltos de Bellavista y Los Copihues. Estas magníficas cascadas poseen senderos para llegar hasta los pozones cubiertos de una exuberante vegetación, que crece gracias a la humedad del ambiente. Si volvemos a tomar como referencia la ruta, a 300 metros de este punto sobre mano izquierda se encuentra una zona de acampe conocida como La Puntilla, donde se unen dos ríos con aguas mansas y pequeños islotes. A 1,4 kilómetros se accede al Salto Carhuello y un poco más adelante el desvío a la izquierda conduce al salto de Carileufu. En este lugar se puede parar en una amplia casona de campo que funciona como hostería y casa de té especializada en repostería alemana.