El nombre del museo (“Desidirio Torres”) fue puesto en honor a un poblador aborigen a quien Francisco Pietrobelli, fundador de Sarmiento, cita en sus memorias como un hombre de bien, que ayudó a los primeros colonos que intentaban radicarse en el lugar.
Inaugurado el 21 de junio de 1972, el museo atesora testimonios de quienes alguna vez reinaron en este suelo patagónico, acompañando la historia de la comunidad. Su interior conserva numerosas piezas líticas y puntas de flecha, así como también material de hueso, arpones, agujas, cerámicas y piezas rituales. La mayoría de los visitantes se sorprende al ver un original y hermosísimo quillango tehuelche, confeccionado con cuero y pluma de avestruz, una pieza única donada por una vieja familia galesa. El Museo Desiderio Torres nos lleva al laberinto del tiempo, lo cual nos permite hacer un recorrido por el pasado para entender el presente.
Sala Paleontológica
En esta sala, se destacan extraordinarias piezas originales de dinosaurios extraídas en la región, que componen el patrimonio de este sector gracias a un convenio de devolución y colaboración firmado en 1994 entre la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco a través de su departamento de Paleovertebrados y la Municipalidad de Sarmiento.
Sala Arqueológica
En ella se encuentran importantes vestigios de culturas desaparecidas (Tehuelches y Mapuches) que estuvieron asentadas en el valle de Sarmiento y sus alrededores. Unas 24.000 piezas componen el patrimonio referente a estas culturas, de las cuales se encuentran expuestas aproximadamente 16.000, con un material lítico variado y sumamente interesante. Las piezas más antiguas que presenta esta sala nos remontan a 10.000 años atrás. Puntas de flechas de diversos materiales, formas, tamaños y antigüedad, cuchillos, bandejas, moledoras, amuletos, botones, restos de vasijas, planos de ubicación, pipas, agujas, etc. forman parte de esta colección.
Sala de los Colonos
Al entrar en ella, lo primero que observa el visitante es una significativa colección fotográfica que testimonia los comienzos y el desarrollo de los primeros años; junto con elementos, cartas, documentos y mobiliario perteneciente a los antiguos pobladores. Un verdadero tesoro del museo es la primera bandera izada en la colonia, confeccionada con tela de sábana y un sol pintado con un técnica de saturación, cuya tintura fue extraída de las raíces del calafate. Este excelente trabajo fue confeccionado por las mujeres aborígenes.
Alfarería
Una muestra del centro de cultura regional nos lleva a contemplar una variada y sumamente interesante colección de piezas realizadas con arcillas de la zona. Son trabajos realizados con mucho afecto y respeto por la cultura que nos precedió. Un museo único en un lugar único de Argentina. Ideal para conocer en familia y aprender de viajar al pasado.