Ubicado 46 kilómetros al sur de Chaitén, el lago Yelcho cuenta con aguas color verde esmeralda y es considerado uno de los más hermosos de Chile.
Un sendero de bosque templado lluvioso, donde abundan enormes pangues o nalcas, sorprende al visitante mientras camina observando todo tipo de aves que se cruzan en el camino sin ningún temor. La sensación es fantástica, sobrecogedora. Los senderos que permiten acercarse al glaciar logran poner en contacto al hombre con un gigantesco exponente de la naturaleza que lleva miles de años de paciente formación. Ubicado 46 kilómetros al sur de
Chaitén, el lago Yelcho cuenta con 11 mil hectáreas de aguas color verde esmeralda y es considerado uno de los más hermosos de Chile. Encajonado por altos cerros coronados de ventisqueros y cubiertos en sus faldeos por la selva, cuenta con muy pocas playas libres. No obstante, la belleza de sus aguas gana protagonismo con solo mirarlas. Puerto Cárdenas, a orillas del lago en su parte norte, es uno de los sitios más visitados por los locales y los visitantes. Cuenta con diversos servicios y desde allí se pueden realizar excursiones varias, entre las que se destaca conocer los caseríos más cercanos. Es una excelente zona para la pesca de salmones y truchas. Aquí se batió el récord nacional de pesca con mosca con un salmón de más de 17 kilogramos, buena motivación para organizar una salida de pesca que puede durar entre uno y seis días recorriendo caletas e islas.
Las termas de El Amarillo
Desde un cráter del volcán Michimahuida, y a tan solo una hora del pueblo de Chaitén, brotan en la tierra saludables aguas que tienen propiedades medicinales, a una temperatura que puede alcanzar los 50 °C. Hay que partir de Chaitén y transitar los 25 kilómetros hasta El Amarillo; allí aparece un camino a la izquierda que atraviesa el bosque y nos deposita en las termas, cuyas aguas son detectadas pero no cuentan con ningún tipo de servicios ni equipamiento. Hacia el norte de Chaitén, a 12 kilómetros se encuentra la localidad de Santa Bárbara. Se trata de una hermosa playa de finas arenas y transparentes aguas, donde se puede disfrutar del baño y de la pesca deportiva. Desde este lugar se obtiene una vista del hermoso paisaje, con el volcán Corcovado como telón de fondo. Las montañas caen a pique sobre las riberas y aparecen alerces milenarios –algunos quemados y muchos vivos. Para poder abrazarlos se requiere más de una persona.