Las peregrinaciones y celebraciones que se ofrecen en memoria de la santa son seguidas hasta la localidad de Ferri por muchos feligreses que la admiran.
Ferri, en los suburbios de
la ciudad de Cipolletti, es una pequeña comunidad de más de 100 años de vida que alberga una pequeña iglesia dedicada a su patrona
Santa Rita de Cascia. En su capilla está entronizada la imagen de quien es conocida como "La abogada de los imposibles". Estuvimos en el lugar durante la procesión anual del día de la virgen y acompañamos a los feligreses en una larga caminata hasta el templo. El lugar resultó insuficiente para la cantidad de personas que la honraban y que relataban infinidad de historias milagrosas atribuidas a ella. El santuario muestra una gran sencillez y fue construido por pedido del matrimonio Lamolla en el año 1973. Su estilo ascético es la consecuencia del carácter de vida y devoción que se le reconocen a la santa y que los seguidores desean mantener para reiterar su fervor religioso. Algunos se acercan para solicitar su ayuda y otras para agradecer los favores recibidos; los milagros realizados en causas perdidas no hacen más que acentuar la fe entre los creyentes. Su imagen fue llevada en andas en medio de cánticos y rezos a media voz y con el mayor de los respetos. Dejamos atrás la pequeña iglesia con el ánimo renovado y sabedores de haber presenciado una clara muestra de las convicciones cristianas de una pequeña comunidad rionegrina.