Historia
Villa El Chocón surge a partir de la construcción de las obras hidroeléctricas, iniciadas sobre el río Limay, en la década del 60, precisamente en 1967, y que conjuntamente con Cerros Colorados configuran el primer complejo Hidroeléctrico de tal envergadura en Argentina.
El paisaje característico de la zona con mesetas, bardas, acantilados y sus variados rojizos en capas, dieron marco al crecimiento de una población sobre la margen norte del embalse partiendo de las villas temporarias y permanentes que se construyeron para la gran obra, y desde el 31 de octubre de 1975 funcionó el gobierno municipal que en 1993 concreta la transferencia de la Villa.
El área del ejido municipal comprende 6000 hectáreas, de las cuales 100 corresponden a la ex Villa permanente.
La principal actividad económica esta constituida por la generación de energía a partir de la presa y embalse, luego el turismo a través del interés despertado por su Patrimonio Paleontológico que ha dado cita a numerosos científicos nacionales e internacionales, y la actividad agrícola, desarrollándose diversas tareas que incluyen a sus casi 500 habitantes actuales.
La Presa fue construida con piedra, tosca, areniscas y tierra, tiene 86 metros de altura y 2500 de largo siendo su ancho de base de 380 metros. En ella funcionan 6 turbinas capaces de generar una potencia de 1.200.000Kw con su embalse llamado Ramos Mexía de 80.000 hectáreas.
Cuentos
KOMPANPELLII
Los paisanos pasaron el río Neuquén nadando a caballo, porque en ese tiempo no había puente ni nada, pasaban así nomás nadando a caballo, dispararon porque los corretearon. Algunos perdieron la chiripa, lo llevaba el agua, de este lado tenían la tropa, caballos y mulares. Peleaban con duras flechas no con armas de fuego, porque ellos no la conocían.
El Waiki se llama al palo grandote que tenía una punta, le ponían fierro con eso pegaban, con la flecha mataban.
Los Argentinos venían con armas de fuego, en aquellos tiempos no había de estas armas que hay ahora, eran armas de un solo tiro. Los paisanos dispararon para Chile, se fueron entre los cerros, por ahí hacían campamento y rogativa. Rogaban a Dios en su lengua. Como llevaban una mujer de machi. Entra el espíritu de Dios se llama Kompanpellii, quiere decir que entró el espíritu en el corazón y entonces la mujer empezó a hablar sobre qué iba a pasar si los alcanzaban, a dónde iban los argentinos, se venían cerca.
Ellos creían porque eran muy creyentes de Dios.
La Machi hablaba y decía para qué lado tenían que disparar para hacerse a un lado, esa machi iba hablando, Dios le iba diciendo. Les decía que no tuvieran miedo, que se iban a salvar llegando a Chile.