Cuesta de los Añiques - X Región
Coñaripe a Liquiñe-km 15
Se encuentran a 140 km. al sur de Temuco, a 60 km. al sur de Villarrica y sólo 15 Km del lugar que le da el nombre a las termas. Ubicadas en medio de una exuberante naturaleza y pensadas para la salud y el confort de quienes las visiten, cuentan con 5 piscinas termales -una de ellas techada- con hidromasaje, con temperaturas que oscilan entre los 39 y 42º y cargadas de sales minerales. Las modernas instalaciones del lugar aseguran un total descanso y bienestar con cómodas y amplias habitaciones construidas con maderas de la zona.
Por estar en las inmediaciones del lago Pellaifa, se puede caminar por la región disfrutando de su bosque hundido, y observando el entorno natural con hermosas vistas de los volcanes Villarrica y Mocho Choshuenco.
Manzanar - IX Región
Carretera internacional 181 Km 18 Curacautín
Se encuentra a 18 km al este de la localidad de Curacautín, en medio de una exuberante vegetación. En sus instalaciones, cuenta con baños de agua termal de tina a 48º C. Funcionan durante todo el año, cuentan con 3 vertientes termales, cuyo contenido se almacena en un estanque de hormigón, desde donde se distribuye a las tinas.
La balneoterapia puede efectuarse en los baños privados de las habitaciones del hotel de igual nombre o en 10 tinas individuales, dentro de un edificio situado a orillas del río Cautín. En verano funciona una piscina al aire libre sin agua termal.
La belleza de los lagos enclavados en la Patagonia o el extenso mar que baña la costa atlántica brinda el marco ideal para la práctica de deportes náuticos.
El surf es un deporte muy completo. Obliga a entrenar. Es intrigante, excitante, agotador y rompe con las actividades que se pueden hacer en tierra.
Para el kayakismo se requiere sangre fría y nervios de acero.
El surgimiento de las estancias transformó el espacio vacío e ilimitado en un ámbito de producción rural que permitió situar al país entre los primeros proveedores mundiales de materia prima.
Hacia el sur, las estancias trocaron el paisaje. Superando el crudo invierno, las intensas nevadas y el incesante viento, se convirtieron en verdaderos pueblos repartidos en la inmensidad de los campos.