Ubicada en el extremo sur del continente americano, la Patagonia reúne diversas condiciones naturales y características deseables para el cultivo de vinedos.Aire puro, cielos diáfanos y silencios infinitos, son sólo interrumpidos por los susurros de los vientos que la atraviesan desde la cordillera de los Andes hacia el océano Atlántico, trasladando los misteriosos aromas de los arbustos y de los frutos silvestres.
De origen dudoso, se cree que proviene del mediterráneo. Emparentada con los moscateles, hoy en día se cultiva en la península ibérica y en Argentina, donde sin duda ha dado los mejores exponentes como varietal.Al igual que el malbec, el torrontés se convirtió en la cepa blanca emblemática de Argentina, representándonos en el mercado internacional. Con una intensidad aromática muy particular, en la que prevalecen las frutas como el durazno, y flores como la rosa o jazmín. Ha podido desarrollarse en Salta, Mendoza y Río Negro.La mayor virtud del torrontés es la combinación de notas voluptuosas y envolventes con una agradable frescura y un final de boca franco y prolongado. El equilibrio entre su acidez y la fruta lo hace aparecer en boca como un vino dulce, pero no lo es; aunque se están obteniendo buenos resultados elaborándolo como dulce. No es para paladares indecisos. Gusta o no gusta. No admite términos medios.
Es una cepa de regiones cálidas, posee el sabor del sur de España. La leyenda sitúa su origen en las Islas Canarias, desde donde habría viajado al Rin para ser devuelta a España en el equipaje de un soldado de la armada de Carlos V llamado Pedro Siemens, Pedro Ximen o Pedro Ximénez. Después se implantaría con éxito en Jerez y se extendería por todo el sur de la península. Sea cual sea su origen, en los siglos XVII y XVIII, la Pedro Ximénez era la variedad preferida en Andalucía.En la actualidad, es una de las variedades blancas más importantes de Argentina, donde se la conoce como Pedro Jiménez y se utiliza para elaborar vinos al estilo de los de Jerez. También aparece en Chile, utilizada para la elaboración del pisco.
Esta variedad tiene la gran virtud, compartida con la riesling, de pudrirse noblemente. Bajo ciertas condiciones de calor y humedad, un hongo (Botrytis cinerea) reblandece el hollejo de la uva permitiendo que ésta se deshidrate y concentre el azúcar que contiene el grano, para elaborar así un vino dulce y cremoso.Éstas son las características de uno de los vinos más prestigiosos y costosos del mundo como el Sauternes. Fuera de Francia, su zona de origen, sólo se ha reproducido con un buen nivel de calidad en Australia, donde algunos de estos varietales pueden envejecer durante años.En Argentina ocupa un importante lugar en cuanto a superficie de cultivo, pero en su forma varietal sólo hay dos regiones donde se expresa con niveles de calidad: el Valle de Uco en Mendoza y el Alto Valle de Río Negro. Los vinos obtenidos son secos y complejos, con interesantes notas a miel.
Es la principal uva blanca de Burdeos y del Valle de la Loira, en Francia. Se ha adaptado muy bien en diferentes regiones vitivinícolas del mundo como el nordeste de Italia, Chile, valles costeros de California y Australia, aunque sobresalen a nivel mundial los varietales de sauvignon blanc elaborados en Nueva Zelanda.De aromas herbáceos, cítricos, a veces tonos ahumados o un cierto picor silvestre, pasando por los más gruesos y complejos, se ofrece de acuerdo al lugar de donde proviene.En Argentina se ha ganado un lugar importante entre los vinos blancos finos con un futuro promisorio.
Es conocida también como pineau, pineau de la Loira o pineau d'Anjou. Es una uva blanca, da vinos de mesa, espumosos, semisecos vigorosos y, sobre todo, unos soberbios vinos licorosos, elaborados a partir de uvas de vendimias tardías, con una fuerte concentración de azúcar. Por su brotación temprana, está expuesta a las heladas primaverales y, cuando le falta el sol, puede alcanzar una acidez excesiva. Pero esta acidez, que afecta negativamente a los vinos jóvenes, puede sostener el vino proporcionando una buena longevidad.En Anjou, su patria, el río Layon, que va a dar al Loira, ha abierto una profunda hondonada creando pendientes secas y amplias, perfectamente expuestas al sol, pero a la vez muy protegidas, donde la chenin blanc madura a la perfección. Los viticultores eligen para su cultivo suelos calcáreos, sobre todo los denominados touffeau en Touraine, terrenos yesosos que inciden en el aroma del vino. Éste puede recordar al albaricoque, el limón, la miel de acacia, e incluso al moho. Es un aroma que no sorprende por su pureza, como ocurre con la sauvignon blanc o la riesling, sino que incita la curiosidad.
Es difícil pensar en una deliciosa comida sin una buena copa de vino al lado. ¿Pero qué blanco combinar con aquel plato? Aparentemente la respuesta todavía nos embiste.Un primer paso es descubrir primero cuáles son los vinos que nos gustan porque, de esta forma, habremos podido avanzar un largo trecho en la ruta hacia la combinación perfecta.Los sabores dominantes, en general, son dulce, salado, amargo y ácido, y están presentes tanto en los alimentos como en los vinos. La correspondencia es, entonces, muy directa:- Vino dulce con platos dulces.- Comidas agrias con vinos ácidos.- Platos especiados o con toques amargos con vinos ricos en taninos.- Platos salados con vinos ácidos.Estas reglas tienen, desde luego, sus excepciones, pero son un buen comienzo.
Mezclas ideales con vinos blancos: A continuación, una serie de recomendaciones básicas, que te permitirán ir entendiendo qué puede ir con qué.
Chardonnay (seco, de cuerpo medio a grande):Disfrutalo con pollo, ternera, cerdo, conejo, pescados fuertes y pastas con salsas blancas a base de crema, mantequilla y champiñones.
Sauvignon Blanc (seco, de cuerpo ligero a medio):Es el preferido para las entradas y los mariscos. Mezcla bien con pastas, curries, salsas especiadas, legumbres, ensaladas, platos con aceite de oliva, pulpa de tomate y queso de cabra.Gewürztraminer
(semidulce, de cuerpo ligero a medio): Buen acompañante de ensaladas de fruta y de platos fuertemente especiados como los de las cocinas china, mexicana e india.
Riesling (semidulce, de cuerpo ligero a medio):Ideal para carne de cangrejo, entradas, ensaladas y cerdo.
Semillón (seco, de cuerpo medio):Recomendable para pescado a la plancha y pastas con salsas cremosas.
Late Harvest o Sauternes (dulce, de cuerpo mediano a complejo): Es el vino de los postres y los quesos fuertes, como el roquefort o queso azul.