Chubut es la región vitivinícola más austral del planeta. Varios emprendimientos desafían las fronteras geográficas y climáticas para producir vinos de carácter y personalidad. Entre ellos, Cielos de Gualjaina produce algunos de los vinos más exquisitos que ya trascienden los límites de la provincia y propone visitas y degustaciones.
Moldeando una región y un vino que suma puntos
La bodega familiar Cielos de Gualjaina se ubica en la zona de chacras a 4,5 kilómetros de la localidad de Gualjaina, entre los cursos de agua del río Lepá y el arroyo Pescado. El escenario se caracteriza por un clima semiárido, con importantes amplitudes térmicas, veranos frescos y heladas invernales. Los suelos aluviales con aportes de cenizas volcánicas dotan a la tierra de cualidades únicas para la producción.
El proyecto está liderado por Mariano Miretti y María Alejandra González, quienes no solo elaboran vinos de excelencia, sino que también están moldeando el futuro de la región. Desde su llegada en 2010, este matrimonio de docentes se propuso un desafío audaz: integrar la vitivinicultura en el tejido social y económico de la zona.
Con variedades como Chardonnay, Merlot y Gewürztraminer, los vinos de esta bodega son la expresión de una bebida auténtica de la Patagonia. Con un paso por barricas de roble francés y algunos ensayos más audaces, estos vinos prometen y cumplen con una experiencia sensorial para quienes tienen el privilegio de probarlos.
El Chardonnay Gewürztraminer es la estrella reconocida por los críticos internacionales que suma puntos y revela una complejidad incomparable de especias y flores perfumadas. Su versatilidad marida con la cocina oriental, los platos veganos más elaborados y el cordero patagónico.
Con una producción limitada, la bodega familiar se caracteriza por el manejo agroecológico y la pasión palpable en cada etapa, desde el cuidado de los viñedos hasta la elaboración de los vinos. Su infraestructura ampliada ofrece una experiencia sensorial completa, desde degustaciones y maridajes hasta paseos por los viñedos y la costa del río. El paseo vinícola resalta la belleza natural de Gualjaina y el espíritu emprendedor en el “oasis” de la Meseta Central que aporta sabores exquisitos a la ruta del vino de Chubut.
En un esfuerzo conjunto, Cielos de Gualjaina y otros productores reciben el apoyo del INTA y su programa Cambio Rural para elevar la calidad y el prestigio de los vinos chubutenses.