Se estima que antes de iniciar las cacerías existían cerca de 100.000 ejemplares de ballena franca. Por su matanza y la lenta recuperación del grupo (las hembras sólo tienen cría cada tres años), la ballena franca es, de las once especies actuales de ballenas, la que sufre mayor riesgo de extinción.
La especie se encuentra protegida desde 1935. En 1946, se forma la Comisión Ballenera Internacional, a la cual adhieren la mayoría de los países balleneros. En 1982, en Inglaterra se logra que los integrantes de la Comisión Ballenera firmen una moratoria, con la que se volvió un hecho la prohibición mundial de caza de ballenas desde 1985 hasta 1990. Esto permitió verificar la cantidad de ballenas y estimar su posible aumento de población.
Si los productos que se extraen de las ballenas tienen sustitutos en tierra, nos preguntamos por qué se produce esta terrible matanza irracional que sin sentido extermina a los gigantes del mar.