Puerto Santa Cruz es una población con presencia histórica, calidez humana y hermosos paisajes con diversidad en avifauna, donde los amaneceres y atardeceres son imborrables.
A poco que se transita por
Puerto Santa Cruz, van apareciendo varios hechos históricos que dieron origen a su rico patrimonio. Imaginamos cómo fueron los primeros asentamientos que reafirmaron la soberanía en la zona mientras notamos un modo de vida en contacto directo con la naturaleza. Situado en la margen sur del río Santa Cruz, sobre mesetas que lo reparan de los vientos marítimos, descubrimos iglesias, monumentos y bustos que homenajean a los hombres que consolidaron la población.
Así, pudimos visitar el mausoleo del primer gobernador del territorio, capitán de fragata Carlos María Moyano, en el mismo lugar donde Hernando de Magallanes convocó a una misa para rezar por el éxito de la misión que lo llevaría hacia el estrecho que hoy lleva su nombre. La iglesia Exaltación de la Santa Cruz fue construida en el llamado Cañadón Misionero, que se considera el primer punto de asentamiento humano. Se encuentra muy bien conservada y su Cristo fue traído de Turín (Italia). El comandante Luis Piedrabuena y el comodoro Luis Py, pioneros de la región, tienen sus monolitos y ofrendas en lugares públicos, con leyendas que muestran las vicisitudes sufridas por los primeros pobladores.
Nuestra caminata continuó hacia la Cruz del Centenario, ubicada sobre la ría. Realizada con hierro, de grandes dimensiones, homenajea el momento en que el comodoro Py llegara con su escuadra naval. Además, conocimos el Museo Regional Carlos Borgialli, en cuyas salas se muestra la fauna y flora de la región y elementos de arqueología y paleontología muy interesantes. Al pasar por la Sociedad Rural, presenciamos una feria de ovinos que reunía mucho público y tuvimos dimensión de la cantidad de establecimientos rurales de las proximidades. La población cuenta con un puerto de aguas profundas que ha significado buen tráfico de mercaderías para la zona. Situado sobre la margen sur de la ría, en
Punta Quilla, se llega por la ruta nacional 288. Su moderno muelle permite la llegada de barcos de ultramar, con doble posibilidad de atraque y un sector más pequeño para embarcaciones menores. Iluminado y balizado, cuenta con todos los servicios que exige la navegación.
“No se vayan sin conocer el amplio cauce de la ría en sus 25 kilómetros de recorrido. Pueden hacerlo en auto. Se pueden ver los cambios de coloración del agua según las horas del día y las nubes”, nos adelantó la persona que nos vendió combustible en la estación de servicio. No desaprovechamos el consejo y vimos que ese canal de dos kilómetros de ancho da lugar a la práctica de canotaje, esquí acuático y velerismo, deportes que desarrollan los lugareños y también los que llegan especialmente a Puerto Santa Cruz buscando aventura y adrenalina. Uno de los mayores atractivos sobre la margen sur es la pintoresca población, especialmente de noche cuando las luces se reflejan en las aguas.
Para los amantes de la pesca, en sus aguas se logran buenos ejemplares de róbalo, pejerrey, trucha y perca. La isla Leones, asentada sobre la ría, es el hábitat de una importante colonia de aves marinas. Las sentidas estrofas del cantante Horacio Guarany confirman lo que Puerto Santa Cruz produce en quienes la visitan: “Puerto de Santa Cruz, Tan lejano y querido Pedacito de frío, Sol de mi corazón...”