Hermosa y distendida, con la luz propia de la atmósfera patagónica, San Julián bien podría ser, la ciudad de los vientos y la luz. Emplazada en una pintoresca bahía entre “Cabo Curioso” y “Punta Desengaño”, la Patagonia en San Julián te presenta todo su esplendor climático y pacífico y la ciudad forma parte de la meseta semiárida, con una cubierta vegetal típicamente esteparia y situada en un suave faldeo que desciende hacia la bahía, tiene un trazado rígido en retícula, dominado por dos grandes avenidas que se interceptan. Las excelentes playas, el clima árido, las temperaturas que rondan entre los 37 grados en verano y los –12 grados en invierno, el contacto con la naturaleza, el testimonio del pasado en pinturas rupestres que aún se conservan, áreas protegidas con especies animales únicas en el mundo, hacen de Puerto San Julián un lugar privilegiado en la inmensidad patagónica. La ciudad fue declarada lugar histórico en 1943, evocando la celebración de la primera misa rezada en territorio argentino en oportunidad del desembarco de Magallanes y su tripulación en el año 1520. Con una población de alrededor de 9.000 habitantes, está ubicada en el centro costero de la provincia de Santa Cruz, a 3 km de la Ruta Nacional 3, distante 461 km de Comodoro Rivadavia y 360 km al norte de Río Gallegos. Su arquitectura ecléctica, refleja las diversas corrientes inmigratorias que conformaron la población, en ella coexisten edificios que abarcan desde el año 1900 al presente. La arquitectura histórica, que se aprecia mayormente en el casco de la ciudad, exhibe predominantemente influencias anglosajonas, influjo que devino en la llamada arquitectura magallánica. La bahía y sus áreas aledañas sustentan importantes ecosistemas, con especies representativas del litoral atlántico reunidas en una singular concentración, debido a las favorables características físicas de la zona, habiendo motivado la creación de la reserva natural Península de San Julián de algo más de 10.000 hectáreas, y que protege legalmente a la península que delimita la margen oriental de la bahía, siendo amparada la bahía misma por el status de Zona Protegida bajo uso limitado, constituyendo un ámbito propicio para la observación científica. Además pueden realizarse paseos en lancha a las islas Cormoran y Justicia, pobladas de variadísimas especies de avifauna marina que constituyen un lugar ideal para descansar y disfrutar. Su principal actividad gira entorno a su puerto donde se procesan conservas y enfriados para su exportación. Otra actividad de gran importancia es la minera. Se extrae de la zona arcillas, caolín, cobre y cloruro de sodio entre otros. Allí se extiende, a medio camino entre Puerto San Julián y Puerto Santa Cruz, una vasta unidad morfológica, llamada Gran Bajo de San Julián, constituida por una depresión endorreica (un bajo sin salida) de gran extensión. Buena parte de la comarca se encuentra bajo el nivel del mar, pero algunos salares son excepcionalmente profundos. En lo más hondo del dilatado bajío se halla la laguna del Carbón, donde el altímetro marca 105 metros bajo el nivel del mar. El acceso a esta singularidad natural se halla 48km al sur de Puerto San Julián, y deberás internarte otros 18km por caminos naturales antes de alcanzar la superficie sólida de sal que marca la verdadera localización de la depresión más profunda de América. Debido a la mayor fuerza de gravedad, en la Laguna del Carbón un reloj a péndulo – si no se lo corrige – adelanta 24 segundos por día respecto de otro a nivel del mar, por ejemplo en Buenos Aires. El sitio presenta un elevado interés geomorfológico y paleontológico por la gran cantidad de mega y microfósiles que se encuentran en los depósitos terciarios y por la presencia de un bosque petrificado.