El espíritu de Chiloé

El Museo Regional de Ancud posee una importante muestra de objetos que expresan la identidad del archipiélago. Gracias a un esmerado esfuezo de la comunidad local, esta institución ha logrado rescatar y conservar el patrimonio cultural y natural de un lugar clave para Chiloé en su comunicación con el continente. Como gran parte de la historia de la isla, el inicio del museo está ligado a la labor saliesiana. El padre Audelio Bórquez Canobra fue el encargado de recuperar el patrimonio que atesoraban los pobladores y formar una colección que en 1976 puso a disposición de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM) para crear el museo regional.

Las colecciones

La institución atesora una profusa muestra que comprende 1.402 objetos, clasificados en diversas colecciones que cuenta el origen y la historia del archipiélago. En el área arqueológica se destacan los instrumentos líticos de los primeros grupos humanos de la isla encontrados en el Puente Quilo, el asentamiento de cazadores recolectores más antiguo de Chiloé (4200 a.C.).

En la sección de imaginería religiosa se exhiben estatuillas de madera policromada de vírgenes y santos, que habrían sido confeccionadas por los pobladores locales en los siglos XVII y XVIII. Asimismo, la colección etnográfica está representada por las manufacturas en cestería hechas con fibras vegetales características de las zonas pantanosas de la isla, utilizadas en las tareas rurales y domésticas. Además de la muestra textil, que detalla el proceso desde la esquila hasta los variados tejidos naturales, se exhibe la obra de la artista Erminia Ule, la última ceramista de Chiloé. En el edificio también se aprecia una réplica de la goleta Ancud, protagonista de la inclusión de la región de Magallanes al territorio chileno. “El patio de los recuerdos” y “El patio de la mitología” completan este interesante recorrido por el museo regional, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad.