Enclavado en un paisaje abierto y de gran belleza, el centro de Lago Verde impacta por su cuidado y cuenta con buena información para el que recién está llegando.
Al ingresar al centro urbano de
Lago Verde, decidimos dejar el auto y conocer a pie sus calles y recovecos. La plaza fue lo primero que llamó nuestra atención por su cuidado parque, por los detalles de homenaje a sus pioneros y por estar dentro de las cuadras asfaltadas de la población. Muchos pinos, una gran rueda de carreta y un palenque son parte de los elementos que han quedado como reliquia de otros.
Aprender a vivir
Una serie de pensamientos plasmados en carteles rústicos de madera diseminados en la parte céntrica son una manera de mostrar a pobladores y visitantes pautas para disfrutar del entorno sin agredirlo. Las edificios públicos se distinguen con claridad. Es el caso de la municipalidad, el Centro de Información al Turista, Carabineros y la Posta de Salud, todos frente a la plaza.
A partir de allí, recorrimos las calles aledañas en las que casas y jardines lucen arreglados. La limpieza y el orden resaltan en todos lados. Saliendo del centro, conocimos el estadio Medialuna, lugar donde los huasos compiten en torneos de rodeo y amansadura de caballos. Se trata de una fiesta para todos, competidores o espectadores, ya que se juega el honor en cada embestida a las vaquillas.
Domingo al sol
Unas cuadras más y nos encontramos con el balneario Pan de Azúcar: un lugar muy arbolado preparado para que en verano lleguen las familias a pasar el día al lado de un pequeño arroyo haciendo un asado. Se puede llegar caminando, ya que está cerca de todo. Allí tienen lugar la fiesta costumbrista, el aniversario del pueblo y también en ciertas ocasiones se presentan conjuntos musicales.
Quizá sea imposible conocer una población sólo porque se la ha caminado durante un rato. La esencia de sus habitantes solo se puede intuir luego de convivir un poco más y haber charlado más profundamente. La sensación que nos quedó luego de una corta estadía en Lago Verde, sin embargo, está relacionada con una manera sencilla de enfrentar la vida y un lugar espléndido, casi virgen, que sus habitantes han sabido cuidar y ofrecer a quienes lo visitan.