La increíble y desafiante geografía antártica encierra un archivo natural que abre las puertas a numerosos avances científicos.
Fue el último continente descubierto en el planeta y es uno de los pocos rincones de la Tierra que permanecen casi inalterados. Detrás de sus gruesas paredes de hielo se esconde un pasado que nos permite aprender mucho sobre los fenómenos naturales actuales. Hoy, su paisaje presenta un desierto polar, pero en el período cretácico formaba parte del supercontinente Gondwana, donde se desarrollaba una profusa vida animal y vegetal. Cuando se produjo el aislamiento del territorio a causa del movimiento de las grandes masas de agua que dieron lugar a los océanos, la rigurosidad de los cambios climáticos convirtió a la Antártida en una superficie desolada y árida. Es en esta geografía donde se abre camino la ciencia.
Buscando respuestas
Antes de que se firmara el Tratado Antártico, el cual resolvió temporalmente los diferentes reclamos de soberanía, bajo el marco de la celebración del Año Geofísico Internacional, en 1957, se creó el Comité Especial de Investigación Antártica (1958). Esta institución apolítica integrada por diferentes países tiene como principal objetivo la coordinación de las actividades científicas, no sólo en la Antártida, sino en todo el planeta. En la actualidad, más de 4.000 científicos y personal de logística se trasladan a la Antártida para pasar el verano austral. El continente antártico se transformó en un área de referencia y en un indicador excelente de lo que pasa en el medio ambiente global.Muchos estudios realizados en la región antártica han permitido viajar al pasado geológico de la Tierra, como también conocer más sobre la historia del sistema solar. Distintas investigaciones sobre magnetismo terrestre, sobre el manto atmosférico y los programas biológicos globales han logrado desentrañar numerosos problemas terrestres. Uno de estos casos fue la investigación sobre la estratósfera que dio a conocer el progresivo vaciamiento de la capa de ozono.El hallazgo de una gran cantidad meteoritos, más de 15 mil rocas de diverso origen, a fines del siglo XX por exploradores japoneses, sumado a los estudios de los glaciares, constituye un gran archivo natural que arroja interesantes lecturas sobre el pasado y el futuro.Sin duda, el continente blanco es objeto de los más diversos análisis, donde no faltan las teorías sobre extraterrestres y el desarrollo científico más innovador.