Un baqueano es el encargado de guiar una de las excursiones más interesantes de la zona. El recorrido incluye un sinuoso sendero de montaña que permite conocer y disfrutar paisajes maravillosos y naturales.
A pocos minutos de iniciar el paseo, nos encontramos en medio del bosque, rodeados de árboles enormes y centenarios. La cabalgata dura aproximadamente dos horas y, sin duda, se trata de una manera diferente de visitar lugares remotos y menos explorados. Para iniciar el recorrido, hay que trasladarse por la Av. Ezequiel Bustillo hasta el kilómetro 15.500. Luego, doblar hacia la izquierda y, después, caminar tres cuadras hasta el complejo de Tom Wesley. No hay que preocuparse si uno no tiene experiencia en cabalgatas: los caballos que realizan estos recorridos son denominados “pilcheros” y están más que acostumbrados a subir y bajar por senderos angostos.
Por cierto, la senda llega muy cerca de la cima. Desde allí, se puede observar una de las vistas panorámicas más bellas de Bariloche. Claro que también se puede conocer e identificar numerosas aves que viven en el lugar. Los guías tienen un enorme conocimiento y con gran dedicación brindan todo su saber durante el recorrido. Uno de los momentos más maravillosos de la excursión es la contemplación del extenso lago Nahuel Huapi. Es un instante inigualable. Los visitantes suelen entregarse completamente a la emoción y al placer. A minutos de haber iniciado la cabalgata, la cuesta se torna más intensa. Pronto estábamos frente a un valle cubierto completamente por vegetación y cruzado por un pequeño arroyo. Este lugar se encuentra al filo de la montaña, por eso es sumamente importante seguir al guía con gran cuidado y pisar tras sus pasos con exactitud. Una vez instalados en lo más alto, pudimos observar el cerro López, la laguna El Trébol y el lago Moreno. Tres puntos formidables para visitar. En este tipo de excursiones es de suma importancia que el viajero esté cómodo y no tenga ningún tipo de molestias. En este sentido, las monturas que se utilizan durante el paseo son muy confortables y permiten un recorrido tranquilo. Cada uno de los paisajes y vistas panorámicas se pueden disfrutar con inmenso placer. Finalmente, llega el objetivo principal: la cumbre del cerro Campanario. Allí tuvimos el tiempo necesario para observar detenidamente el lugar desde diferentes perspectivas. Es un excelente punto para tomar gran cantidad de fotografías. La vuelta hacia el complejo es más rápida porque se realiza a través de un atajo que pocos conocen. En sus últimos pasos, el caballo nos obsequió un lindo y veloz andar para disfrutar de la velocidad y el viento en medio de la naturaleza. Para ese entonces ya teníamos la certeza de que jamás olvidaríamos este maravilloso viaje hacia uno de los puntos más bellos de Bariloche: el cerro Campanario.