Los orígenes del Gran Hotel Llao Llao
Con la llegada del ferrocarril y la sanción de la Ley de Parques Nacionales –que creó la Dirección de Parques Nacionales y el parque nacional Nahuel Huapi– el año 1934 marca un punto de inflexión en la historia de la ciudad de
San Carlos de Bariloche. El área del lago Nahuel Huapi dejaba de ser una tierra postergada y alejada para mostrarle al mundo todas sus potencialidades turísticas y sus maravillas naturales. Dos meses después de la sanción de la ley, un grupo encabezado por Exequiel Bustillo -quien fuera el primer presidente de la Administración de Parques Nacionales– partió hacia la zona del Nahuel Huapi para elegir el lugar más apropiado para construir el futuro hotel. Bustillo estuvo acompañado por Antonio Lynch, Ernesto Serigós, el Marqués de Salamanca, Carlos Ortiz Basualdo, su hermano el arquitecto Alejandro Bustillo, Francisco Salvatierra y Alberto del Solar Dorrego, experto en golf, quien integró el grupo con el objetivo de estudiar la posibilidad de construir una cancha para ese deporte en las inmediaciones del futuro hotel.
Cuenta la historia que al llegar a la colina ubicada entre los lagos Nahuel Huapi y Moreno, en el área de Puerto Pañuelo, el lugar los deslumbró e inmediatamente se convencieron de que habían encontrado el rincón más apropiado. Allí comenzó a soñarse y hacerse realidad la construcción de este gran hotel, aún hoy uno de los más hermosos del mundo.
Volver de las cenizas, a lo grande…
El Hotel Llao Llao fue inaugurado el 9 de enero de 1938. De estilo canadiense, con techo de tejuelas de alerce y basamento de piedra, inicialmente contaba con 132 habitaciones y departamentos de lujo, una sala de té, galería comercial y un restaurante para 500 personas. Por necesidades de la época y su lejanía con la ciudad, tenía una oficina postal, telégrafo, una sucursal del Banco Nación y una farmacia. Un año y medio después de su inauguración, el 26 de octubre de 1939, un incendio destruyó totalmente el edificio. La férrea voluntad de los integrantes de la dirección de Parques Nacionales de llevar adelante el proyecto quedó demostrada al reinaugurar el Gran Hotel Llao Llao el 15 de diciembre de 1940. La madera exterior fue reemplazada por cemento y las tejuelas por tejas normandas en el techo. En poco tiempo, el Gran Hotel Llao Llao adquirió renombre internacional y se convirtió en un emblema hotelero. Desde su origen, el hotel atrajo a miembros de la aristocracia, diplomáticos, presidentes y huéspedes ilustres. Sin embargo, por falta de inversiones y mantenimiento, debió cerrar sus puertas a fines del invierno del año 1978. Luego de 15 años de receso, el 3 de julio de 1993 el Llao Llao abría nuevamente sus puertas, esta vez con un nuevo concepto: Hotel & Resort, tal como se lo conoce y disfruta en estos días.
El Llao Llao Hotel & Resort Golf-Spa
El establecimiento actual es un complejo con cancha de golf de 18 hoyos, marina, playa,
solarium, un gran parque de 15 hectáreas integrado a la cancha de golf, dos piscinas (una cubierta y otra externa, ambas climatizadas), Health Club y Spa, Business Center, sala de juegos, sala de lectura y sala de bridge. El hotel posee 205 habitaciones, de las cuales 43 corresponden al Ala Moreno, que está integrada por studios y suites de lujo, una Suite Royal y dos Suites Master, con imponentes vistas del lago Moreno y el cerro Tronador, todas con balcón terraza y jacuzzi. En el Ala Bustillo, edificio original del hotel, la Suite Presidencial frente al lago Nahuel Huapi es de 162 metros cuadrados y posee baño con hidromasaje, ducha con masaje, baño con revestimiento de mármol, una terraza de 108 metros cuadrados y una gran chimenea en su amplio
living comedor. Además, los huéspedes tienen la opción de alojarse en una exclusiva cabaña con imponentes vistas a los jardines, la cancha de golf y los lagos Moreno y Nahuel Huapi. La diversidad de las habitaciones brinda un abanico de opciones para los huéspedes, pues se adapta a las necesidades de cada estadía. El Edificio Bustillo permite vivir la esencia histórica del hotel, y sus habitaciones y suites brindan una sensación de estar alojado en una obra maestra. Es, además, Monumento Histórico Municipal. El Ala Moreno, inaugurada en el mes de noviembre del año 2007 sobre un proyecto del estudio de arquitectos Malbrán, Abruzzini y Orol, permite vivir una postal desde cada ventana. Todas las Suites y Studios de lujo poseen balcón terraza, amplios baños con jacuzzi y aire acondicionado. Este nuevo sector posee ingreso vehicular y recepción independiente, servicio de
concierge y acceso a todos los servicios del hotel. Llao Llao Hotel & Resort Golf-Spa cuenta con dos grandes salones: el Salón Bustillo y el Gran Salón Llao Llao, donde cada mañana se ofrece el desayuno.
Actividades para todos los gustos
El
spa es la combinación perfecta entre naturaleza y tecnología. Las más modernas técnicas en programas faciales y corporales para hombres y mujeres se conjugan con delicados aromas y esencias que crean un ambiente único para relajarse y disfrutar. El
spa del Llao Llao se especializa en programas faciales, de regeneración celular, desintoxicantes y revitalizantes, de relajación, de puesta en forma, hidroterapia y
smart dren, y fue certificado por The Leading Hotels of the World como uno de los pocos y exclusivos Leading Spas. La cancha de golf de 18 hoyos fue remodelada en el año 1994 bajo la dirección del arquitecto Emilio Serra. Sobre el antiguo trazado, desarrolló 9 hoyos con un juego de 3.160 yardas. La construcción de los segundos 9 hoyos data de principios del año 1997. En temporada de esquí, funciona el Refugio Llao Llao, ubicado estratégicamente en la base del cerro Catedral, exclusivo para los huéspedes del hotel. A pocos años de su centenario, el hotel perfecto ubicado en el lugar perfecto sigue siendo noticia.