Huella Andina fue diseñada como un proyecto para los fanáticos de las caminatas y en algunos tramos admite el desplazamiento a caballo o en bicicleta durante uno, dos o tres días.
A lo largo de su extensa vida turística, San Carlos de Bariloche ha sido uno de los destinos más anhelados entre quienes eligen dormir bajo las estrellas durante sus vacaciones. El campamento y el trekking por los bosques se han visto mejorados a partir de Huella Andina, un proyecto que permite unir la cordillera patagónica norte por etapas. Nuestro primer paso fue informarnos en la intendencia del parque nacional Nahuel Huapi de Bariloche y recibir los mapas de los recorridos cercanos a la ciudad. Viajábamos con nuestras mochilas, con la indumentaria y accesorios imprescindibles, y elegimos un tramo que se extiende desde las cercanías del lago Mascardi hasta el lago Steffen. La indicación inicial consistió en tomar la ruta hacia el cerro Tronador sin atravesar el arroyo Llodconto. Se trata de un antiguo camino de vehículos, con una trepada fuerte que nos dejaría en el puesto de Boock. Pusimos a prueba nuestra resistencia y en la parte alta nos dispusimos a descansar por unos minutos. Volvimos a acondicionar nuestro equipo y reanudamos la marcha por otra senda más plana y con menos exigencia física.
Cambiamos nuestras zapatillas para vadear un río y así esquivar una zona cenagosa y algo peligrosa. Otra vez en movimiento, cruzamos unos arroyos poco caudalosos y recién en ese momento volvimos a calzarnos nuestros “borcegos” todo terreno. El descenso fue por el borde de un arroyo que nos dejó en las puertas de un paraje llamado Montes. Faltaba poco para la cabecera del lago Steffen, donde descansaríamos del trajín de toda la jornada. Al llegar al camping agreste instalado allí, estábamos bastante cansados y con necesidad de comer algo y cambiar de indumentaria. Revivimos entonces cada momento del día, durante el cual transitamos 19 kilómetros en unas 7 horas. En toda la excursión nos acompañó una excelente señalización que permitió que nos orientáramos y pudiéramos unir los senderos a la perfección. Huella Andina es parte de un proyecto más ambicioso aun, que es Senderos Argentina, llamado a incrementar el turismo en naturaleza. Los recorridos cercanos a Bariloche son pioneros en el país y permiten ampliar el espectro de actividades en espacios agrestes uniendo puntos apartados. Se suman los atajos ya existentes, integrándolos mediante carteles indicativos y servicios adecuados a la región. Acostados sobre el césped, vimos desaparecer el sol detrás de los árboles y encendimos un fogón para hacer frente al frío de la noche. El perfume del bosque parecía más presente y cuando los últimos leños terminaron de quemarse, decidimos llevar nuestro cansancio a nuestras bolsas de dormir y despedirnos hasta el día siguiente.