La pintoresca embarcación Juana de Arco nos invita a navegar por el lago Puelo hasta llegar a la frontera para conocer la belleza de sus paisajes cordilleranos.
El lago Puelo es un magnífico espejo de agua color verde azulado, se extiende de norte a sur y desemboca en el río del mismo nombre. A través de su brazo occidental se une al lago chileno Interior. Su característica más relevante es que está dentro de un valle con un microclima de condiciones más apacibles que en el resto de las áreas cordilleranas. Está dentro del parque nacional Lago Puelo que fuera creado en el año 1971; con anterioridad había sido un anexo del parque nacional Los Alerces. Por su superficie, se lo considera el área protegida más pequeña de la región patagónica y se ocupa de proteger bosques, estepa y la región de los Altos Andes. Se sitúa en el extremo noroeste de la provincia del Chubut, en el límíte con Chile.
Caminando por la orilla del lago, teníamos a nuestra disposición un marco paisajístico que nos había dejado con la boca abierta. Los bosques que tapizaban las laderas de las montañas le daban una tonalidad verdosa que luego se veía reflejada en el agua. Allí nos dimos cuenta de que era posible realizar una excursión por el lago hasta el límite con Chile. Juana de Arco es una antigua embarcación que realiza una tranquila navegación internándose en el valle cordillerano. Decidimos esperar la hora de salida y embarcarnos. Sentimos la fuerza del motor en su maniobra de alejamiento del muelle y a partir de ese momento llegó el silencio. Nos acompañó el buen tiempo y un lago “planchado” que permitía que las montañas se reflejaran en sus aguas. Esta nave pionera de las travesías lacustres ingresa al brazo oeste del lago y termina el recorrido cerca del límite con Chile, en la costa opuesta del lago. Allí se puede realizar un
trekking liviano de una hora hasta los rápidos del río Puelo y los hitos fronterizos.
La pintoresca embarcación Juana de Arco navega en el lago Puelo desde 1985 pero tiene una historia anterior. Allá por la década del ´60, llegó desde la localidad bonaerense de Tigre para instalarse y surcar las aguas del lago Nahuel Huapi. Isla Victoria, el Bosque de Arrayanes y Puerto Blest eran sus destinos turísticos en
San Carlos de Bariloche hasta que la “mudaron” al Puelo. Es muy apreciada por los turistas que llegan a
Villa Lago Puelo y también por los pobladores a quienes les ofrece servicio de transporte durante todo el año. Gracias al guía aprendimos a reconocer algunas especies de la selva valdiviana que allí es generosa en tamaño y variedades arbóreas. Otra opción aun más interesante es realizar una caminata interpretativa de mayor duración, pasar a territorio chileno y llegar a un mirador panorámico desde el cual se disfruta del lago Interior (Chile) y el lago Puelo (Argentina). Para ello se hacen previamente los trámites en el puesto de Gendarmería y en Chile con los carabineros. Cuando regresábamos en la lancha, revivimos esa travesía en la Juana de Arco y la máquina fotográfica nos devolvió las imágenes que quedarán grabadas para siempre en nuestra memoria.