A pesar de ser vecinos, los lagos Posadas y Pueyrredón tienen diferente coloración de agua pero comparten un istmo de 200 metros de ancho y un arroyo de gran belleza natural.
La famosa ruta 40 recorre la extensa Patagonia santacruceña y en las inmediaciones del límite con Chile nos acerca a rincones agrestes, únicos. Los lagos Posadas y Pueyrredón son un ejemplo de ello: la vida al aire libre se complementa con actividades como la escalada, el
trekking o la pesca deportiva. Saliendo de la localidad de
Perito Moreno y con nuestro GPS interior calibrado para seguir hacia el sur, hicimos un alto en ese espacio que separa ambos lagos y que se ha hecho famoso entre los amantes de las rutas patagónicas, el descanso y la pureza de sus espejos de agua. En su cercanía vive un pequeño pueblo conocido como Hipólito Yrigoyen o Lago Posadas, con varios
camping y cómodos alojamientos que todos los veranos reciben a cientos de visitantes. Es un pueblo con historia que tiene su origen en una vieja estancia en la que se criaban ovejas. En nuestro caso, decidimos armar nuestra carpa en un
camping sobre la costa del lago Pueyrredón y dedicarnos por dos jornadas a la pesca de río y de lago. La arboleda nos amparó de los vientos del oeste, comunes en el lugar. Ese lugar constituye el punto de apoyo de infinidad de excursiones terrestres y acuáticas y la presencia en sus cercanías de cerros de buena altura invita a los amantes de la escalada de montaña. Cerro del Indio, Garganta del Río Oro y la travesía al cerro San Lorenzo, la mayor altura de la provincia, son algunas de las opciones. Atravesar pasos y glaciares, o vadear ríos de deshielo son algunas de las vicisitudes que ofrecen. Nosotros lo único que hicimos fue preparar nuestros equipos de pesca y dedicarnos a encontrar truchas arco iris, percas y pejerreyes. Lo sorprendente fue descubrir que hay especies provenientes de las aguas saladas del Pacífico, como róbalos o salmones. De más está decir que preparamos buenos asados en la parrilla.
Algunas sendas de ripio compactado nos permitieron acercarnos al lago Pueyrredón primero y al Posadas después. El primero es el más extenso de los dos y se continúa del lado chileno, donde se lo conoce como Cochrane. Sus aguas son de color azul intenso y recibe aportes de dos ríos que bajan de los cerros San Lorenzo, Paso y Oro. El color verde del lago Posadas nos impresionó y se acentuaba cuando la luz solar le daba de pleno. En la parte media existe una formación rocosa que llaman El Arco y nos pareció un puente de piedra erosionado por agua y viento. Ambos lagos y sus ríos tributarios forman parte de la cuenca que vierte sus aguas al océano Pacífico. Así fue como tomamos agua de los manantiales, tomamos fotografías y exploramos las costas de ríos y lagos. Aprovechando la tranquilidad imperante, disfrutamos de ese paraíso oculto de los pescadores, donde hicimos amigos y aprendimos nuevas técnicas y “secretitos” de
fly cast utilizados en la zona.