Caminar entre pingüinos es una de las actividades preferidas en las reservas de fauna de Puerto Madryn para disfrutar de la cercanía de esta especie detallada por primera vez en 1520, por la expedición de Fernando de Magallanes cuando se hallaba cerca de Punta Tombo. En el extremo sur del Golfo Nuevo, Punta Ninfas es el destino de esta excursión para conocer las colonias de pingüinos magallánicos que habitan el sector costero de la estancia El Pedral.
Día de campo y pingüinos
Los pingüinos de Magallanes (Spheniscus magellanicus) habitan solo en América del Sur y se reúnen en colonias en la época de reproducción, sobre todo en las costas de la Patagonia argentina y chilena. Las pingüineras que se forman en Península Valdés y Punta Tombo son las más grandes que existen. La colonia de Punta Ninfas es la más joven de la región, ubicada dentro de la estancia El Pedral.
El programa Día de Campo propuesto por Reserva El Pedral comienza en Puerto Madryn a las 8.30 de la mañana. Comprende el traslado hasta la estancia El Pedral y las actividades vinculadas con un día de campo y una caminata guiada entre los pingüinos de Magallanes que habitan la reserva.
El Pedral es una estancia en un entorno privilegiado de la estepa, a unos 70 km de la ciudad de Puerto Madryn. La casona data de 1923 con espacios replanteados como hotel de campo. Se trata de un casco de estancia patagónica, con una historia atractiva, vinculada con las dificultades del medio en sus orígenes, hasta el encuentro de una ubicación al abrigo de los vientos para construir la casa.
Cuando llega septiembre, la zona se va poblando con los pingüinos que buscan sus nidos antiguos para formar nuevamente otra camada con la misma pareja. La curiosidad es que los pingüinos son monógamos. Cada temporada el macho llega primero para asegurarse su lugar de nidificación y la hembra lo encuentra más tarde siguiendo su llamada. Los cortejos amorosos transcurren durante septiembre y octubre y los huevos comienzan a eclosionar en noviembre. Por lo común, colocan dos huevos y la incubación dura unos 40 días.
Ambos padres comparten las tareas de incubación y se alternan para ir en busca de comida. Luego también comparten la crianza. Durante el verano, los esfuerzos están puestos en la alimentación de los pichones, hasta que estén listos para independizarse e ingresar al mar cuando llegue el otoño. Migran hacia las costas de Brasil para pasar el invierno y regresan en la siguiente primavera para repetir el ciclo.
La excursión de día completo de Reserva El Pedral es ideal para disfrutar del entorno de naturaleza esteparia y la caminata entre los pingüinos patagónicos, conocer el faro de Punta Ninfas librado al servicio en 1916 y culminar con el almuerzo patagónico. Cada año en septiembre se renueva la propuesta para reconocer al pingüino magallánico que elige El Pedral por sus cualidades de suelo y vegetación como destino de reproducción y cría.