Allí fuimos para realizar varias actividades relacionadas con la vida del hombre en el campo: cabalgatas, caminatas, recorridos por el campo e incluso llegar a la lobería de Punta Loma para observar los lobos marinos que habitan el lugar.
Cuando llegamos, nos encontramos con una enorme superficie de 2.700 hectáreas. La estancia San Guillermo se encuentra a tan sólo 8 kilómetros de la costa del Golfo Nuevo, presenta playas inéditas, casi vírgenes, a las que muy pocas personas pueden acceder. Realmente, la estancia San Guillermo es uno de esos lugares donde la naturaleza se manifiesta en cada rincón y propone múltiples actividades para recorrer y conocer en plenitud su belleza. Durante el recorrido no faltó el contacto con los animales. Nos encontramos con unos simpáticos guanacos con los cuales pudimos sacarnos varias fotos.
El
trekking es otra de las grandes alternativas que ofrece la estancia. Con los materiales adecuados, iniciamos el camino para conocer el criadero de cerdos. Por otra parte, también pudimos comprobar a nuestro paso que las instalaciones del casco de la estancia son realmente espectaculares. El lugar es ideal para escuchar atentamente el silencio, observar la meseta prehistórica, los atardeceres rojizos y disfrutar del tierno ruido del mar.
Finalmente, bajamos por profundos cañadones que fueron cubiertos por el mar entrerriense hace 30 millones de años. Allí encontramos fósiles que conforman un circuito biológico y paleontológico único. Observamos los sedimentos blancos que pertenecen al mar patagoniense en los acantilados y los sedimentos de color ocre, que corresponden al mar entrerriense. Según el guía que nos acompañó en el recorrido, el mar entró a la Patagonia en dos oportunidades y cubrió grandes extensiones de tierras. Esto implica que en ese entonces la corteza terrestre era más baja y tuvo un movimiento vertical.
Recorrer la estancia San Guillermo es una gran alternativa, se trata de un lugar ideal para ir en familia. Niños, jóvenes y adultos pueden elegir varias opciones que tienen un factor común: todas implican un pleno contacto con la naturaleza.