Uno de los lugares del litoral patagónico más visitados por miles de turistas de todo el mundo que se acercan para conocer la colonia continental de pingüinos Magallanes.
Nuestro destino: Punta Tombo. Allí habitan los famosos pingüinos Magallanes entre septiembre y abril para hacer sus nidos, aparearse, incubar los huevos y alimentar a sus crías. Todo este proceso natural es un espectáculo maravilloso y tierno. Salimos de Puerto Madryn con dirección sur por la ruta nac. 3 y luego de recorrer 70 kilómetros, tomamos la ruta prov. Nº 1. Desde allí, fuimos hasta Punta Tombo por un camino de ripio que incluye 107 kilómetros. Por supuesto que este tipo de caminos requiere que se maneje de forma muy cuidadosa; se torna muy peligroso a la hora de intentar apretar el acelerador. Llegar al lugar y ver a estos animales asombrosos corriendo de un lado a otro en busca de sus crías y nidos es emocionante. La naturaleza animal se manifiesta y eso es grandioso.
El predio donde está ubicada la reserva de pingüinos pertenecía años atrás a la estancia La Perla y fue donada por Luis y Francisco La Regina. El principal objetivo del lugar es proteger una de las colonias de aves marinas más importante de Argentina y la colonia continental más grande del pingüino Magallanes. Los animales conviven en un marco sorprendente. El paisaje es único. Se puede ver una masa rocosa de 3 kilómetros de largo por 600 metros de ancho que se interna en el mar. Está cubierta por arena, arcilla, predregullo y se encuentra rodeada de playas amplias y arenosas. El suelo está repleto de nidos donde los pingüinos ubican cuidadosamente sus huevos y crían, más tarde, a sus pichoncitos. En silencio, miramos la actividad que domina la colonia. Algunos pingüinos excaban sus cuevas, otros se pelean por el territorio, a la vez que el continuo rumor de rebuznos (la voz de los pingüinos) domina el ambiente. A diferencia de otras especies de aves, tanto el macho como la hembra defienden el nido y alimentan a los pichones con peces como anchoítas y calamares. Los pingüinos macho son un poco más grandes que las hembras y sus picos son más largos y anchos. Pesan alrededor de 4 ó 5 kilos y a los cinco años alcanzan su madurez sexual. Las hembras ponen dos huevos (en general, a inicios de octubre) y luego de 40 días de incubación que comparten con el macho, nacen las crías. Claro que en Punta Tombo también habitan otras aves marinas: gaviotas grises y australes, las skúas o salteadores, los cormoranes real y de cuello negro o roquero, palomas antárticas, el pato vapor y varias especies de petreles. Punta Tombo, un lugar en el mundo de esos que no se deben dejar de conocer.
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