Ingredientes:
- ¼ kg. de Cerezas frescas, sin cabito y limpias
- ½ Taza de Azúcar
- 1 Cucharada de Gelatina de Cerezas en polvo
- 1 Limón, su jugo
- 2 Cucharaditas de Fécula de Maíz
Preparación:
Coloque las cerezas en un bol, y cúbralas con el azúcar. De esta forma tienen que estar hasta el día siguiente.
Al otro día, las cerezas y su jugo van a una cacerolita. Se le agrega el jugo del limón y se ponen a hervir, moviendo de vez en cuando la cacerola, hasta que el almíbar espese.
Remoje en agua fría la cucharada de gelatina de cerezas y agréguesela a la salsa, de esta manera logrará el color de cerezas, ese... que entra por los ojos.
Disuelva la fécula de maíz en un poco de agua fría y viértala en la cacerola, no deje de revolver constantemente con cuchara de madera. Acuérdese de los movimientos envolventes, no tienen que romper las cerezas, todo esto hasta que la salsa retome el hervor y espese.
Vuélquelo en una salsera y deje enfriar... ¡ya está!