Playa de Yuco en San Martín de los Andes

El color esmeralda de las aguas de la Playa de Yuco asemeja un paisaje del Caribe, a modo de entorno tropical. Pero las aguas son frías, aunque más templadas que otros destinos lacustres, aguas del lago Lácar, lo que no quita que podamos zambullirnos en pleno verano. Se trata de un destino precioso muy cerca de San Martín de los Andes.

La playa de aguas esmeralda

La travesía hasta la playa de tono caribeño se hace a través de la ruta 48, unos 30 km casi todo de ripio siguiendo la margen norte del lago Lácar, en el corazón del Parque Nacional Lanín. Inmerso en lo profundo de este parque, Yuco es un sitio elegido por la sensación de paraíso aislado, lejos de cualquier entorno urbano, con todas las de ganar. El destino deja sin palabras, los remansos y los piletones naturales invitan a disfrutar de la belleza patagónica, las aguas transparentes infunden tranquilidad y paz. Las playas son de arenas blancas, protegidas de los vientos, y se destaca un bosque de arrayanes que bordea las orillas.

Yuco solía ser más solitaria, pero el boca a boca y las notas turísticas están poniendo en foco este tesoro natural en el parque nacional para quienes visitan San Martín de los Andes. Así, en temporada de verano, incluso hay que llegar temprano para conseguir sitio en el estacionamiento, donde también hay un puesto de guardaparques. A partir de allí, el trayecto se hace caminando por un entorno boscoso de colihues y raulíes. La playa cuenta con un área recreativa diurna con sector de mesas, bancos, fogones y sanitarios, aunque los fogones quedan suspendidos en época de mucho calor y sequía. También hay varios senderos de trekking de baja dificultad y bien señalizados. Al ser un sitio bastante agreste, solo cuenta con un parador sencillo. No hay mayor infraestructura y está prohibido acampar. El paraje Nonthué es el sitio para hacer noche en carpa si se quiere, unos 20 km más adelante. La ruta 48 llega hasta el paraje Hua Hum, en el límite de frontera con el país vecino, donde nace el río del mismo nombre que cruza la cordillera y lleva estas aguas frías hasta el lago Pirihueico.