La panadería La Unión es un símbolo de Tolhuin y un lugar de referencia en toda la isla Grande. Tomamos un café y comimos unas ricas facturas mientras conocíamos su historia.
Cada vez que en
Ushuaia comentaba que iba a conocer
Tolhuin, me decían “tenés que pasar por la panadería”. Esa frase me recordaba a cuando era chica y me mandaban a hacer las compras. Pero en Tolhuin expresa el principal punto de encuentro de la localidad. Claro, lo supe cuando llegué en un día nublado y ventoso, con las calles desiertas y la plaza principal solitaria, y sólo encontré gente en la panadería. Entonces, ni bien uno pasa por la puerta entiende por qué es tan famosa. Es que por allí pasan todos, desde las personalidades más renombradas del espectáculo nacional hasta los personajes anónimos y entrañables. Y en sus paredes dejan un recuerdo para compartirlo con todos.
Por supuesto, la mayoría de las mesas estaban ocupadas, el mostrador y las máquinas expendedoras de café, con filas, y Emilio Saez (su dueño) yendo y viniendo, atendiendo y hablando con los clientes. Desde hace 23 años que él y su familia están al frente de La Unión y desde esos primeros días hasta ahora el crecimiento ha sido tan grande que hasta a ellos les cuesta creerlo. Es que Emilio empezó vendiendo pan casa por casa y hoy en día con 25 empleados sólo cierra 3 horas a la noche. Emilio confiesa que “es una locura”, ni hablar de los fines de semana, en que llegan cerca de 5 mil personas. Cada tanto, para abstraerse un poco del gentío se refugia en su jaula, donde alberga tucanes, guacamayos y otros hermosos pájaros. Admirador del que fuera uno de los médicos más prestigiosos del país, René Favaloro, Emilio le ha dedicado un rincón especial entre las innumerables fotos y notas que decoran el salón.
Cuando le pregunté por el secreto de esta popularidad, me respondió: “la buena onda, nuestra gente”. Y debe de ser así, ya que la gente se lleva las facturas y sale con una sonrisa de aquel simpático lugar.