Sobre la Ruta Galesa, la chacra de Viñas del Nant y Fall es un sitio que llama la atención de viajeros del mundo. El viñedo y la bodega son sus principales atractivos.
Viñas del Nant y Fall es una chacra agroturística ubicada a 12 km de Trevelin, por la ruta 259, camino hacia la frontera con Chile. La Ruta Galesa ofrece muchos atractivos para recorrer sus 39 km en busca de los más bellos paisajes y áreas protegidas. Entre ellos, un destino para visitar es esta chacra, llevada adelante por Sergio Rodríguez y su familia. De pasiones y trabajo arduo La chacra de 4 ha está atravesada por el arroyo Nant y Fall en el Valle de Trevelin. Con el tiempo y el trabajo arduo, el terreno agreste de rosa mosqueta se convirtió en un campo de vides y pastos suaves y verdes. La familia tiene tres líneas de trabajo. La primera actividad que surgió fue la piscicultura en una laguna artificial. El paisaje bucólico se llenó de aves que gustan de las aguas bajas como garzas, patos, biguás.
Una pequeña ladera con exposición norte que quedó descubierta fue el lugar de inicio de las primeras vides, pinot noir en su mayoría. El trabajo minucioso y los viñedos jóvenes se transformaron en el presente de la familia Rodríguez. Bien cuidados, con resultados y puntajes óptimos, los viñedos constituyen el principal atractivo de la chacra y sus vinos están siendo reconocidos en el mundo. Se hacen visitas guiadas para conocer los orígenes del viñedo y el proceso de los vinos, con aromas frescos y notas de frutos rojos. La vitivinicultura en estas latitudes insume un trabajo de sacrificio, con un cuidado extremo de las heladas, pero su desempeño en las ferias gastronómicas ha potenciado su crecimiento. El ecocamping es la tercera actividad. El predio dispone de espacio para motorhomes, ideal para quienes viajan en casa rodante y quieran disfrutar al máximo de este oasis en el Valle de Trevelin. Viñas del Nant y Fall es un sitio en constante transformación. Cada persona puede encontrar lo que necesita para su descanso o sus vacaciones. Cada visita es una experiencia distinta y renovadora, cargada de pasiones y paisajes cordilleranos. Los viajeros que llegan a Viñas del Nant y Fall en Trevelin pueden deleitarse con rica gastronomía y buenos vinos, pasar por el almacén de productos regionales, descansar a orillas del arroyo o acampar.