A minutos de Viedma se encuentra El Cóndor, uno de los mejores balnearios del sur de la provincia de Río Negro. Único en su especie, es mucho más que mar y playas.
La llegada del verano se vuelve perfecta si es posible tener contacto con el agua. Por eso, la ciudad de Viedma es uno de los destinos más elegidos durante la temporada estival, ya que tanto su río Negro como su mar atraen visitantes de todas las latitudes del país. Ya es un clásico de toda la Patagonia el famoso balneario El Cóndor. Se trata de una extensa playa de arenas finas y acantilados que aportan una vista única del mar, ideal para disfrutarla a lo largo de todo el día, desde el amanecer hasta la caída de los últimos rayos del sol o con la salida de la luna.
Típico balneario de la zona, El Cóndor posee una mística muy especial que desde hace años convence nuevamente a todo aquel que lo conoce para volver a pasar allí sus vacaciones. Esto tiene que ver mucho con las actividades que allí se practican: desde la pesca deportiva hasta el vuelo en parapente, pasando por todos los deportes que se realizan utlizando el viento como energía motriz. Villa de mar, El Cóndor se ha convertido en lugar de encuentro de varias generaciones, entre las que predominan los jóvenes que dan vida, incluso de noche, a bares, pubs y confiterias a la vera del mar. A lo largo del Camino de la Costa, como se conoce también esta zona, surgen servicios de lo más variados como alojamientos, restaurantes y comercios que hacen la temporada durante el verano. La pesca deportiva es también uno de los grandes atractivos y se pueden capturar muchas especies. Los pescadores de ciudades vecinas se acercan a ver qué pasa, teniendo en cuenta siempre horarios de marea y las tablas solunares.
El viento es otro de los grandes protagonistas de estas playas y en especial de El Cóndor. Permite disfrutar del
windsurf, el
kitesurf e incluso del carrovelismo, una nueva actividad que se ha convertido en furor en las costas argentinas en los últimos años. La Fiesta del Mar y la del Acampante son los festejos que se llevan a cabo en esta ciudad y a las que asisten artistas nacionales e internacionales, que logran cautivar a los más variados públicos. Además, el balneario resulta fantástico para el avistaje de fauna autóctona. Según los lugareños, más de 100 especies de aves marítimas, ribereñas y continentales se pueden fotografíar u observar mientras hacen lo suyo.
Desde el nacimiento de El Cóndor, comienza a desarrollarse un paisaje costero donde tienen presencia primordial los acantilados. En ellos se encuentra el primer faro de la Patagonia argentina y el mirador en honor a Ceferino Namuncurá, uno de los santos más venerados del país. A sólo 3 kilómetros del balneario se encuentra el lugar geográfico donde el río Negro se junta con el mar (océano Atlántico). Este espectáculo maravilloso se puede observar desde un punto llamado El Pescadero, un sitio espectacular para pescar todo el día, incluso de noche. “Hay que conocer El Cóndor para haber estado en Viedma”, decía un cartel apenas se entraba a la ciudad. No se equivocaba.