Cuando se habla de Bariloche como destino preferido en Argentina, no caben dudas de la relevancia de los chocolates artesanales. Así, esta ciudad es conocida como la Capital Nacional del Chocolate, con productos que sobresalen en arte y elaboración. Una propuesta variada de sabores, a cuál más rica.
Mamuschka, un chocolate con personalidad
Esta chocolatería tiene una estética particular que se refleja en las muñecas rusas de rojos intensos que visten su vidriera y su packaging. Son productos elaborados con materia prima de calidad, con un trabajo de certificaciones constantes. El chocolate laminado con dulce de leche es la estrella de Mamuschka, el origen de todo este mundo chocolatero.
Rapanui, el regalo perfecto
La historia de Rapanui se remonta a la familia Fenoglio, venida de Italia en 1948. El legado artesanal pasó de generación en generación y, hoy en día, la marca se conoce no solo en Bariloche, sino que cuenta con numerosas sucursales con identidad propia en Buenos Aires, conseguida desde la conservación y renovación de casas con estilo. Es la solución perfecta para regalos gourmet.
Del Turista, un paseo clásico
Visitar la tienda Del Turista es un paseo obligado. Se trata de un clásico barilochense que suma cafetería y heladería. Es ideal para tomar un café con torta y llevarse unos chocolates tentación para compartir con los seres queridos. También es un producto de familia de chocolateros con tradiciones suizo-italianas con larga trayectoria.
Benroth, chocolates especiados
Los sabores de Benroth son singulares, un privilegio para el paladar afortunado. Se trata de una chocolatería fuera del circuito turístico, a la que se llega por el boca a boca. La singularidad es que sus recetas no solo expresan la tradición chocolatera, sino que se encaminan hacia los sabores innovadores para ciertos momentos del día. La estrella absoluta es la guinda macerada y bañada en chocolate.
Tante Frida, chocolates y tortas
De familia tradicional afincada en Colonia Suiza, la tía Frida fue la impulsora de las recetas chocolatosas en la familia Goye. Como homenaje, su sobrino Luis Brogger fundó la chocolatería que lleva su nombre. Es frecuente que los lugareños y los visitantes busquen disfrutar de una torta exquisita en la cafetería de la calle Mitre.
Chocolaterie, la maestría belga
El producto tiene detrás la maestría belga de los chocolates, como homenaje a los abuelos oriundos de la región valona, y suma los componentes regionales que lo hacen único. Rellenos de rosa mosqueta, sauco, lavanda y frambuesa constituyen el acierto patagónico en esta propuesta de bombones sin conservantes, presentados con una estética refinada. Se ubica en las afueras, en Av. Bustillo 15500.
Estrella Alpina, chocolates y bombones
Se trata de una fábrica de chocolate artesanal ubicada en Av. Los Pioneros 4600, en el barrio Melipal. Tiene su origen en 1977, como uno de los emprendimientos de Luis Brogger, un referente de los chocolates en Bariloche. La dueña actual es Rosa Beatriz Monges, maestra chocolatera que acompañó el crecimiento de la empresa desde los 90. Los preferidos son el tiramisú, los higos con nueces y las naranjitas glaseadas.