Un rincón natural, encantado, mágico…único.
Para arribar al muelle de Puerto Blest hay que partir de Puerto Pañuelo, en la península de Llao Llao, y dirigirse hasta el brazo Blest, que es bastante extenso y muy angosto. El ingreso a esta parte del lago Nahuel Huapi se encuentra rodeado por la isla Centinela (donde se ubica la tumba del perito Francisco P. Moreno), los cerros Capilla y Millaqueo. El comienzo del recorrido es realmente hermoso. Se puede observar un sinfín de bosques tupidos de árboles cipreses y coihues que acompañan al lago Nahuel Huapi en toda su extensión. Grandes y magníficas montañas que conforman el cordón cordillerano también nos acompañaron durante el trayecto. Poco después de ingresar al brazo, están las islas Mellizas y muy cerca de ellas se halla el punto de máxima profundidad medido hasta el momento en el lago: 454 metros.
Bosques de coihues y alerces
Antes de entrar a la bahía Blest, la embarcación pasa por la Playa de las Arañas y la Cascada Blanca. Tras una hora de navegación, arribamos a Puerto Cántaro, en medio de la selva valdiviana. Este punto se caracteriza por ser uno de los lugares más lluviosos del país, con 4.000 milímetros de precipitaciones anuales. En este sector se pueden ver árboles coihues y alerces de gran porte, que crecen sobre un piso de arbustos más bajos, cubierto por lianas y enredaderas. La atmósfera húmeda del lugar es ideal para el crecimiento de hierbas, musgo y hongos. En Puerto Cántaro se abre un frondoso y coqueto sendero que conduce hasta la laguna Los Cántaros. Allí surge la cascada y se puede observar Puerto Blest en la margen opuesta. Exactamente desde Puerto Blest se parte para llegar al paso internacional Pérez Rosales. Es impresionante ver los bosques cerrados de palo santo y los gigantescos alerces milenarios. Realmente son de una belleza inigualable, dignos de conocer en su paso por la Patagonia.