El Cerro Otto en invierno es una de las maravillas que los visitantes de Bariloche pueden encontrar solo a 5 km del centro de la ciudad, ingresando por el Acceso Cerro Otto. Para disfrutar del frío de la montaña y de sus paisajes invernales, nada mejor que el complejo Piedras Blancas, ideal para quienes toman contacto por primera vez con la nieve.
Piedras Blancas
En cualquier época del año el Cerro Otto es una salida estupenda para conocer Bariloche, pero en invierno la diversión se refleja especialmente en las actividades con nieve. Piedras Blancas se levanta en una ladera del cerro donde los pioneros incursionaron en el esquí. Hoy en día es uno de los complejos turísticos con mayores atractivos para sentir el encanto de la nieve. Son 3 km de pistas para disfrutar de la nieve con diferentes propuestas. Deslizarse en trineos por recorridos exclusivos en medio de paisajes invernales, experimentar la aventura de volar por la montaña o disfrutar del snow tubing son atractivos que llaman la atención de niños y adultos. Son todas actividades posibles en el abanico que ofrece el complejo Piedras Blancas y que generan mucha adrenalina y sensaciones puras en el contacto con la nieve; y lo mejor es que no se requiere de destrezas físicas. Por esta razón es un paseo ideal para hacer en familia o con amigos. Pero las actividades no se terminan allí. Un snow safari lleva a los visitantes por un recorrido de bellas imágenes patagónicas para llenar el espíritu, renovar las energías y guardar en la cámara de fotos. Las aerosillas llevan a la cumbre con vistas increíbles del lago Nahuel Huapi y el lago Gutiérrez, paisajes que maravillan y quedan guardados en la retina de los visitantes. Si el plan es experimentar la nieve y el deporte, en la base del complejo hay una pista pequeña y una escuela de esquí.
El pionero Otto Meiling Un vecino y pionero célebre habitó la ladera del Cerro Otto. Allí tenía su refugio que bautizó Berghof, “casa de montaña”, y un taller donde construía esquíes. Otto Meiling se abocó a este deporte y a las travesías de montaña. Perfeccionó el dominio de las tablas y creó una escuela de esquí en el entorno de la ladera del Cerro Otto. Su propuesta tuvo eco en una ciudad que tomaba carácter turístico. También se apasionó por los ascensos de montaña y el Cerro Tronador, cuyo refugio lleva su nombre, se convirtió en su paseo preferido. Para llegar a Piedras Blancas, hay agencias de turismo habilitadas o se puede subir con vehículo propio, considerando todos los recaudos para transitar en caminos y rutas con nieve. Y no olvides llevar ropa abrigada e impermeable para disfrutar de un día pleno en Cerro Otto.