Cada uno de estos puntos de interés son espacios en los cuales la historia y el presente de la ciudad muestran su empuje, sus paisajes y la revalorización de su tradición petrolera.
En su extenso radio urbano y saliendo hacia los alrededores, la ciudad de
Comodoro Rivadavia causa admiración por sus características y por los acontecimientos que la hicieron nacer, crecer y perdurar.
Vientos patagónicos
Desde el área céntrica, recorrimos diecisiete kilómetros hasta alcanzar el cerro Arenales para ubicar el parque eólico Antonio Morán. En un paisaje casi desértico aparecieron ante nuestra vista inmensos aerogeneradores que aprovechan la dirección, velocidad y permanencia de los fuertes vientos locales para convertirlos en energía renovable. Más de una veintena de esos molinos, cuyas aspas producen un sonido característico, son un espectáculo en sí mismos.
Playas a pleno sol
Son tres las playas que pueden visitarse sin ir demasiado lejos. Nos acercamos a la de la costanera, que es el balneario más popular en días de verano; de allí se tiene una vista del puerto y del paso de los barcos que navegan paralelos a tierra. En los kilómetros 3 y 4 existen otras dos zonas de baños de mar también muy visitadas. Las tres son de canto rodado y permiten deportes náuticos y pesca en zonas habilitadas para tal fin. Se pueden realizar largas caminatas hasta los acantilados, con el mar como compañero.
Oro negro
Como lugar con tradición petrolera, un circuito invita a recorrer aquellos sitios que dejaron su huella en los inicios de la actividad. En el kilómetro 3 visitamos el barrio General Mosconi, donde se instaló el primer campamento petrolero y sus comedores para los obreros. De sus actuales vecinos escuchamos varios relatos muy interesantes en relación a los años fuertes de expansión económica. Los trabajadores contaban con almacenes, clubes sociales, cine, escuela y hospital provistos por las empresas petroleras. Sobre la costa, vimos la playa de tanques donde se realizaba la carga y descarga del crudo. El Chalet Huergo, construido en 1919, era una casa de huéspedes y recepciones en época de la ex empresa estatal YPF y aún hoy ostenta su frente de piedra y la buena presencia de otras épocas. Puede visitarse tanto por dentro como en sus jardines, donde se han dispuesto antiguas maquinarias y equipos de principios del siglo XX. El Museo Nacional del Petróleo ofrece un acabado resumen de todo lo vivido desde que se descubriera petróleo hasta nuestros días y se lo considera uno de los tres más importantes en el mundo. Otros dos barrios que fueron constituidos por empresas petroleras privadas son el Astra y el Diadema, que datan de los años 1915 y 1916 respectivamente. En el primero se halla el Museo Paleontológico Astra, que guarda una importante colección de invertebrados. El Diadema es el más típico, en el cual las casas fueron realizadas con ladrillos calcáreos y material de la zona.
Actividad en los muelles
Existe otro circuito muy interesante basado en la presencia del ferrocarril y el puerto como puntales del crecimiento de la economía durante el boom petrolero. En el área del puerto pasamos por la ex usina (hoy Centro de Exposiciones y Promoción Turística), por los antiguos galpones, el tanque de agua, la casa de bomba y los talleres, todas construcciones portuarias de una época anterior. En contrapartida, un moderno puerto de ultramar ostenta una infraestructura que le permite un intenso tráfico de mercaderías y reparaciones navales. Entre vientos, mar y meseta, Comodoro tienen muchas propuestas para que sus visitantes conozcan su esencia y admiren su desarrollo.