Visitamos un área natural protegida a sólo 17 kilómetros de Comodoro Rivadavia. Al borde de un acantilado observamos un apostadero de lobos marinos de un pelo.
En nuestra visita a
Comodoro Rivadavia, decidimos dejar la ciudad petrolera por unos instantes y dirigirnos al sur, hasta la localidad vecina de
Villa Rada Tilly. Desde allí fuimos a la reserva natural
Punta del Marqués, un área protegida que se encuentra en el extremo sureste de una escarpada meseta, donde podríamos observar un apostadero permanente de lobos marinos de un pelo. Un camino de ripio consolidado y en buen estado fue el encargado de llevarnos hasta lo alto de la reserva. El accidente geográfico que estábamos visitando penetra en el mar unos 2,5 kilómetros aproximadamente, lo cual lo convierte en la salida más notable del golfo San Jorge. La meseta posee 167 m.s.n.m. y desde ese punto pudimos apreciar las ciudades de Comodoro Rivadavia y Villa Rada Tilly junto con sus playas.
Debido a la erosión del mar, el viento y las escasas lluvias, el acantilado presenta constantes movimientos y derrumbes, por lo que es aconsejable no aproximarse demasiado a su borde. Cuenta la historia que estas tierras pertenecieron a Everardo Tilly y Paredes, más conocido como Marqués de Casa Tilly en España, y de ahí la punta recibe su nombre. A medida que avanzamos por el sendero interpretativo deteniéndonos en los 9 miradores, se fueron presentando zorros, lagartijas y distintas aves acuáticas que deciden anidar en el lugar. Pronto llegamos hasta el mirador de lobos marinos de un pelo. Esta área protegida cuenta con servicio de binoculares y guías durante todos los días de temporada alta.
Gracias a los “largavistas” observamos el pie del acantilado, donde se encuentra el apostadero permanente y no reproductivo de lobos marinos de un pelo. Esta gran restinga contiene una población de entre 400 a 1.500 lobos, según la época del año. La mayor concentración se da entre los meses de octubre y diciembre. Por las características del terreno, los lobos dependen de las mareas para asentarse en la plataforma; es posible observarlos en el agua durante la pleamar o descansando en la bajamar. Lo cierto es que el sitio es maravilloso e invita a permanecer largas horas contemplando el horizonte que se dibuja en la lejanía. Al momento de escribir esta nota, la Municipalidad de Rada Tilly estaba construyendo un refugio en la parte más alta de la meseta junto con un mini centro de interpretación, que servirá para guarecer al turista que visite la reserva natural durante los días de viento.
Otra manera de acceder al área protegida es realizando alguna actividad alternativa como
mountainbike o trekking, con lo que se disfruta del encanto natural a la vez que se practica alguno de estos deportes. Visitar la Punta del Marqués es una manera tranquila de entrar en contacto con la naturaleza de los mares del sur, junto con la flora y la fauna que la componen. Ideal para ser descubierto en familia.