El área natural protegida del río Azul es un verdadero tesoro para los caminantes de las montañas, con variedad de circuitos de trekking que transcurren por valles y cerros, rodeados de bosques de lenga, coihue, ñire y ciprés de la cordillera, en contacto con zonas de influencia de la selva valdiviana.
Abordar este paisaje a pie o a caballo puede resultar una experiencia única con el deseo de volver y continuar explorando glaciares, ríos, lagunas, mallines y praderas y descubrir la red de circuitos montaña de El Bolsón. Para los amantes del trekking, Cajón del Azul se convierte en la perla de la región. Este refugio se encuentra a una distancia de 8 kilómetros desde la chacra Wharton, y la caminata tiene una duración aproximada de 3 a 4 horas. El nombre deriva de la imagen increíble del río encajonado entre los paredones de piedra.
Al preparar la salida, es fundamental completar el registro de trekking del Área Natural Protegida Río Azul-Lago Escondido y chequear las condiciones meteorológicas.
Refugio Cajón del Azul
Una de las opciones para sumergirse en esta travesía es realizarla en un día. Sin embargo, también existe la posibilidad de alojarse en el refugio o acampar en áreas permitidas y explorar cada rincón al propio ritmo, disfrutando de la tranquilidad y la belleza de estos lugares.
El Cajón del Azul es una elección cada vez más popular entre los viajeros. El río Azul nace en la cordillera y fluye entre paredones y pozones de aguas mansas. Para llegar a destino, la caminata se adentra en la montaña, río arriba, entre paisajes deslumbrantes y venturosos.
Con el registro hecho y toda la información en mano, la caminata comienza en la chacra Wharton, a 17 km del centro de El Bolsón, por la ruta 40 al norte, girando en dirección a Mallín Ahogado.
El sendero está muy bien señalizado con cartelería, de modo que no te perderás. La primera parada que encontrarás en tu camino hacia el Cajón del Azul es La Playita, ubicada estratégicamente a unos 6 km desde el inicio de la caminata, sobre la orilla cercana del río. Una vez que llegues a este punto, el terreno se vuelve más plano y menos exigente, lo que te brindará un respiro necesario para encontrarte con el tesoro final.
Desde La Playita, podrás continuar hacia el Cajón del Azul o acceder a otros refugios, como El Retamal, El Conde, Casa de Campo y La Horqueta. Cada uno de ellos ofrece diferentes servicios y paisajes espectaculares para disfrutar.
Después de visitar La Playita, el sendero continúa hasta una pasarela de metal que cruza el río Azul y te lleva al refugio Cajón del Azul, poco menos de 2 km. Antes de cruzar la pasarela, bordeando el río unos metros más, el top del paraíso son los famosos piletones del río Azul, perfectos para nadar y disfrutar de un descanso merecido.
El pernocte incluye el uso de cocina con utensilios. El lugar tiene proveeduría, venta de comidas preparadas y duchas con agua caliente.