En medio de bosques frondosos, varios desniveles en el lecho rocoso del río producen caídas de agua admirables.
El arroyo Del Medio se desliza en forma paralela a la ruta nacional 40 muy cerca de la ciudad de
El Bolsón. Su peculiaridad es que presenta cascadas de distinta intensidad según la época del año, antes de desembocar en el río Quemquemtreu. Pudimos acceder a dos de ellas por senderos de gran belleza natural. Para conocer la cascada del Mallín, nos internamos en la densa vegetación que genera un sitio de humedad alta. El río tiene dos saltos importantes con un desnivel de 20 metros, que se utiliza para generar energía hidroeléctrica. Es un paseo muy agradable que se completa con hermosas quintas, chacras productoras de lúpulo, quesos, dulces y frutas finas. Quizá la cascada Escondida sea la más visitada. Se llega por una senda muy boscosa que corre paralela al arroyo Del Medio, plagada de especies verdes autóctonas y foráneas. Descendimos por un camino con barandas mientras el ruido ensordecedor nos fue anunciando cuánto faltaba para llegar hasta la base del salto. Abajo, tuvimos la fuerte presencia de esa masa de agua cayendo verticalmente por la gravedad, para continuar por el fondo del río. Un interesante jardín botánico del INTA y algunos pozos de agua en los cuales pudimos bañarnos sin temores se sumaron al encanto natural del sector. ¿El agua? Helada por cierto, porque llega de la montaña.
Otras tres cascadas forman parte del circuito: la de Nahuelpan, la de la Virgen y la Catarata, todas de gran encanto visual y con posibilidad de acceso aunque más retiradas de la ciudad. Ostentan distintas alturas, pero con las mismas aguas cristalinas, el rumor que produce el agua al caer y esa maravilla que significa la formación del arco iris cuando las gotas son atravesadas por los rayos del sol.