Un bosque incendiado dio origen a una exposición artística de tallas de madera única en el mundo.
El Bosque Tallado se encuentra a escasos kilómetros de
la ciudad y a medida que ingresábamos a él, nos asombraron esos grandes árboles que parecían muertos. El primer contacto visual fue cambiando a medida que avanzábamos por el predio. En una de las laderas del cerro Piltriquitron, a 1.500 metros sobre el nivel del mar, el bosque fue tomando vida. Por iniciativa de un grupo de artistas locales, se logró 31 esculturas a partir de las lengas que se salvaron del devastador fuego del año 1982. Ellos sintieron la necesidad de no dejar morir esas piezas de madera y con esfuerzo y decisión organizaron encuentros nacionales de talla de madera en el sitio para revivir el espíritu indomable de la tierra. En la actualidad, el Bosque Tallado constituye un hecho cultural único y es uno de los lugares más visitados por todo aquel que transita la “comarca andina del paralelo 42”.
Corazón palpitante de la montaña
Habíamos llegado al predio luego de una larga caminata y recién cuando transitamos por los senderos del bosque comprendimos que había valido la pena. Apreciamos el trabajo realizado por los artistas sobre las extrañas formas adoptadas por las maderas que antes habíamos creído muertas.
Nos acercamos a una pieza sobre un tronco de lenga con el título “Ypuche” de Jorge Calderón. Con aspecto bondadoso pero irreal, representa el espíritu defensor del bosque. La Casa Rústica, al inicio del recorrido, fue el lugar donde pudimos tener un mayor acercamiento a la tarea realizada. Obtuvimos material informativo, folletos y también charlamos con personas del lugar que nos dieron mayores detalles de la magnitud de este espacio de arte.
Nos detuvimos unos minutos para observar la vista panorámica que teníamos a nuestro alrededor: el Valle Nuevo, los picos nevados de los cerros que separan Argentina de Chile y el color intenso del inigualable lago Puelo. En ese momento tuvimos un acercamiento más profundo con la esencia de ese sitio mágico. Allí se logró unir el arte con la cultura de la tierra y el paisaje con la inmensa naturaleza. De la nada, de algo brutal como un incendio, apareció nuevamente la vida. Luego de reflexionar sobre ello, nos quedó el sentimiento de que a veces el ser humano logra emocionarse y se moviliza hacia espacios creativos de gran valor.