Desde hace muchos años, la actividad de las chacras de los alrededores de El Bolsón se ha incrementado. Muchas de ellas permiten el ingreso de visitantes que deseen conocer el proceso.
Cuando se ingresa a
El Bolsón, una de las características que se observa en ese valle es la gran extensión de cultivos. Campos y chacras verdes están dedicados a plantaciones de lúpulo, semilla clave para la elaboración de la cerveza. Esto se debe principalmente a las óptimas condiciones climáticas que hicieron que los primeros productores se instalaran sobre el río Puelo y el valle Nuevo, considerados como los mejores lugares de Sudamérica para el cultivo del lúpulo. Dieron inicio así al pueblo que hoy conocemos como El Bolsón. También pasamos por importantes molinos harineros y sembradíos de hortalizas y conocimos algunos de los principales productores de fruta fina. Las grandes extensiones de otros cultivos se extienden por la comarca pese al crecimiento de la actividad turística. Existe un nuevo criterio que prioriza la elaboración orgánica y la apertura a los visitantes para observar las formas de trabajo artesanal en pequeña escala.
De chacra en chacra
La Cabaña Micó es una fábrica de dulces muy conocida y se encuentra cerca de la plaza principal de El Bolsón. Pudimos recorrer las plantaciones de frutillas y frambuesas mientras una guía nos hacía conocer el proceso de cultivo, cosecha y elaboración de dulces con esas frutas exquisitas. En la visita conocimos los sectores de fabricación, degustación y venta, y quedamos encantados con la propuesta
gourmet de sus dueños. Uno de sus vecinos es la fábrica de cerveza Otto Tipp. Allí nos recibió su dueño y nos hizo una reseña de este emprendimiento familiar recientemente iniciado. Sus seis variedades de cervezas (rubia, negra, rojas, entre otras) son fabricadas con elementos que se cosechan en la localidad. Con gran placer probamos un rico chop en su restaurante del mismo nombre. Con orgullo nos comentó que allí la
vedette es la cerveza recién tirada con un amplio menú, donde se puede degustar por ejemplo una excelente trucha ahumada.
La chacra Humus fue el siguiente paso en nuestro recorrido. Un poco más alejada del centro, esta empresa produce dulces, yogures, helados y quesos en forma artesanal y orgánica. Nos recibieron Pablo y Carolina, que llevan más de 20 años dedicados a este emprendimiento lácteo. Dimos una mirada rápida a esos campos y luego visitamos el galpón donde llevan adelante la fabricación. En una charla espontánea, Pablo nos hizo conocer los sectores de elaboración y estacionamiento de las 12 variedades de quesos. Producen su propia leche y lograron certificar la calidad de cada uno de sus productos orgánicos. Carolina nos permitió probar sus quesos blando, semi duro y duro; pudimos sentir su auténtico sabor artesanal. En este corto recorrido tuvimos un acercamiento a la actividad productiva de esta bella comarca andina. Más adelante comprobamos la gran cantidad de marcas de artículos de consumo masivo que tiene el sello de El Bolsón. La Feria Franca, que reúne a los principales productores y que se encuentra detrás del edificio de correos, es una prueba de ello.