Unos pocos vagones enganchados a una locomotora humeante forman parte de una excursión imperdible en nuestro recorrido por la extensa y enigmática Patagonia argentina.
Desde el momento en que pisamos tierra patagónica, nuestro mayor deseo fue conocer el famoso Viejo Expreso Patagónico. Al realizar un viaje en ese tren, íbamos a revivir los tiempos de los bandidos Butch Cassidy y Sundance Kid y sus famosas andanzas. Realizamos arreglos con una agencia de viajes. Con ella partimos desde
El Bolsón hacia
El Maitén en un
transfer de turismo. Dejamos atrás el paralelo de 42º, línea imaginaria que separa las provincias de Río Negro y Chubut. Las ventanillas de la izquierda nos devolvieron durante el primer tramo la imagen del cerro Piltriquitrón, enorme mole de 2.260 m.s.n.m. Fuimos conociendo datos, fechas y anécdotas sobre el itinerario que estábamos realizando. Pasamos por la Capital Nacional de la Fruta Fina:
El Hoyo. Una gruesa hilera de álamos encierra una pequeña comunidad dedicada a la producción de excelencia. A continuación nos deleitamos con una vista panorámica del valle de Epuyen. Imponentes montañas que forman parte de la cordillera de los Andes encierran bosques siempre verdes de pinos oregon y ponderosa mientras arroyos cristalinos lo serpentean. Imposible olvidar ese paisaje que se nos metió en la piel.
Los kilómetros previos a alcanzar la localidad de El Maiten fueron de ripio y ya teníamos cierta impaciencia por conocer el “bólido” de acero que aguardaba nuestra visita. Hasta ese momento solo sabíamos que el tren era conocido como La Trochita debido a la trocha de las vías férreas sobre las cuales se desplaza, de solo 75 centímetros de ancho. Otro dato interesante es que muchos pueblos fueron naciendo a partir del desarrollo de ese ramal ferroviario. Es por eso que La Trochita es un verdadero museo rodante y está cargado de historias.
Sagrado pueblo sureño
El Maitén está situado en un valle que fue erosionado por los glaciares y es zona de transición entre el bosque andino y la estepa patagónica. “Maitén” en lengua mapuche significa “árbol sagrado” o “árbol de la sabiduría”. Es un pueblo detenido en el tiempo, con arquitectura antigua y calles áridas. Algunos edificios datan de 1939, época en que se concretaron los servicios de La Trochita.
Finalmente llegamos a la estación y lo primero que llamó nuestra atención fueron los edificios construidos con durmientes de quebracho. La locomotora marcó su presencia con un largo silbido que nos hizo vibrar. Los vagones ya estaban enganchados y el viaje se iniciaría en minutos. Clavamos nuestra vista en la locomotora, en su humo negro, en los vagones de madera y otra vez pensamos en las películas del lejano oeste. En los talleres pudimos hacer preguntas acerca de su mantenimiento y sus orígenes. Con sorpresa supimos que el tren se encontraba en su estado original. La legendaria máquina Henschel Clase 75 H a vapor de 1922, todavía en uso, es considerada una pieza única, según lo confirman sus fabricantes. La velocidad máxima de la locomotora es de treinta y cinco kilómetros por hora y la puesta en marcha es manual. El maquinista debe presionar una llave que manda vapor del domo al pistón y de esa forma le da tracción a la máquina.
“Aborden, por favor”
Llegó el ansiado momento de partir. En el andén el guarda nos invitó a subir al vagón asignado, que en nuestro caso fue el “holandés”. Fue un verdadero placer sentarse en esa cómoda butaca y contemplar el paisaje a medida que el tren avanzaba lentamente. La belleza andina se presentó con sus mejores galas.
Fue como regresar a la época de los pioneros y una a una fueron apareciendo viejas historias y anécdotas en boca del guía. Un sinuoso recorrido nos tenía preparadas algunas sorpresas detrás de cada curva. El Viejo Tren Expreso Patagónico nos sorprendió con el sonido de la locomotora, sus vagones estrechos, su coche bar y la clásica salamandra ubicada en el centro de cada sector. Nos emocionamos y dejamos que cierta nostalgia se adueñara de nosotros. No faltaron risas en este viaje. Así llegamos al desvió Thomae, en la provincia del Chubut, el final del viaje. Nuevamente pensamos en los bandidos Cassidy y Kid y nos sentimos como el detective Pinkerton a punto de seguir una pista para detenerlos. Nos habíamos dejado atrapar por la increíble década del ´20 y su legendario tren que forjó la historia de esta parte de la Patagonia.
Contactos: Dirección de Turismo El Maitén Av. San Martín 922 (9210) El Maitén- Chubut - Argentina Tel/Fax: +54 2945 49-5016 informeselmaiten@gmail.com
Ferrocarril El Maitén (9210) El Maitén- Chubut - Argentina Tel: +54 2945 49-5190 ferroelmaiten@gmail.com