En este ambiente ecológico se diseñó un circuito educativo con senderos y carteles que recorren un poco más de 2.500 metros. Los guías esperan a los visitantes a la puerta de la reserva para ayudarlos a interpretar el entorno natural. Asimismo, en el sector de ingreso se encuentra un completo herbario, gracias al cual se pueden identificar las plantas autóctonas. La reserva posee buenos puntos panorámicos que permiten observar cómo se alimentan los flamencos, cauquenes, macáes plateados, cisnes de cuello negro, bandurrias, teros, patos, gallaretas, gavilanes, y chimangos, entre otras 70 especies, sobre los juncales.