El río Trancura inferior es una excelente propuesta para los aficionados de la pesca con mosca. De aguas rápidas y cristalinas, presenta espaciados remansos donde se practica la actividad en total armonía con el entorno.
Como si se tratara de una experiencia surrealista, la superficie en continuo movimiento del agua parecía explotar estrepitosamente en un destello brillante. Al río Trancura inferior se lo podría definir como un cauce generoso y temperamental, si de pesca con mosca se trata. Ahí estábamos, junto a Mario Alarcón Navarrete –reconocido guía de pesca de Pucón– intentando engañar a alguna trucha arco iris o marrón con nuestras moscas secas sin rebaba. Este tesoro acuoso se encuentra enclavado a escasos kilómetros del centro de la aldea de montaña, circundado por la perenne vegetación nativa y con el magnífico volcán Villarrica como telón de fondo.
El río Trancura inferior es uno de los excelentes lugares para practicar pesca con mosca en el sur de Chile, precisamente en la Novena Región del país. El ambiente natural que se conserva en derredor es ideal para llevar a cabo la actividad, y a la vez liberar tensiones. Aprovechamos y nos relajamos, lejos del bullicio citadino. Para nuestra tranquilidad, contábamos con la experiencia de Mario, conocedor de la zona, quien nos llevó a la región donde había más pique. Mario es un guía de pesca de pura cepa. Tercera generación de una familia que se dedicó de lleno a la actividad, su abuelo fue quien abrió diferentes rutas de pesca en Pucón y guió a los primeros pescadores que luego le dieron al poblado la fama de “paraíso de la pesca en el sur”. Su padre aprendió el arte de la atadura de moscas, adquiriendo fama a nivel nacional e internacional. Esta herencia invaluable fue traspasada a Mario, quien creó su propia empresa para guiar a pescadores aficionados y profesionales en la búsqueda de las deseadas truchas arco iris y fario. Con el paso de los años, la práctica adquirida lo ha llevado a copiar e innovar diseños y modelos de moscas, muchas de las cuales utilizamos en nuestra salida de pesca. Fuimos provistos de todo lo necesario para disfrutar al máximo la experiencia. Además del bote para transportarnos por el río, contábamos con waders, caña, carrete, dos líneas y un sinfín de moscas. Luego de unos minutos de practicar nuestro casting desde la orilla del Trancura, comenzamos a bajarlo en el bote a remo. Por el angosto cañadón por donde corre, se alternan pequeños rápidos con grandes remansos, entre islas y playas despejadas. Embarcados, practicamos spinning y trolling, dos modalidades diferentes de pesca en las que se utilizan señuelos o cucharas. En un recodo del río paramos y volvimos a practicar con moscas, pero esta vez húmedas. “Hay que observar qué insecto es el que está comiendo la trucha y buscar la mosca que más se le asemeje"– explica el experto guía. Para realizar esta actividad, considerada por muchos como un deporte, hay que compenetrarse con la naturaleza. Las truchas en este cauce no son muy grandes, pero presentan una excitante pelea. Mario es infalible: la mosca se apoya en el agua y en segundos toma una trucha. Es una marrón. Mientras el desdichado pez presentaba su lucha, la expresión en el rostro de Mario iba cambiando. Sus facciones dejaban escapar una agradable sonrisa por debajo de su ancho bigote. Como la pesca era con devolución, no tardamos demasiado en realizarle los ejercicios de oxigenación y, casi sin darnos cuenta, la trucha se nos escapó de las manos. Unos minutos después hicimos lo propio en el Trancura. Como el pique está más que asegurado, sólo nos dedicamos a disfrutar la jornada y a sentir cómo las truchas y los salmones king eran seducidos por nuestros señuelos. Así es el Trancura inferior: un tesoro de peces que afortunadamente para nosotros se encuentra bien cerca de Pucón. Vale la pena conocerlo. Lo recomendamos.