Caminando por el centro de Pucón

Todo el año y especialmente en verano, el movimiento del núcleo urbano de Pucón permite un recorrido intenso y dinámico. Sus principales calles y avenidas están plagadas de agencias que ofrecen actividades de turismo aventura, buenos locales gastronómicos y de recreación. Tanto la avenida O’Higgins como las calles Ansorena, Fresia, Palguín, Alderete o Urrutia son arterias claves para visitar comercios de venta de distintos artículos como indumentaria deportiva técnica, artesanías y especialidades culinarias. También se apoyan en ellas los operadores de turismo, que a diario organizan excursiones por los alrededores. En verano, Fresia se convierte en peatonal y sus restaurantes sacan las mesas a la calle sobre terrazas de madera y debajo de sombrillas multicolores. Algunos puntos de la ciudad deben visitarse sí o sí. La plaza principal es uno de ellos, ya que sus características e historia han dejado un legado típico. Además, sobre una de sus calles se alza el Hotel Pucón, famoso por su jerarquía.

Otro espacio singular es La Poza, un paseo costero con un marco realmente grandioso donde no se puede tomar baños pero sí descansar mientras la vista recorre el volcán y el lago Villarrica. A un costado, un muelle reúne embarcaciones que salen hacia la inmensidad lacustre para observar la ciudad desde el agua. En Pucón los días estivales son sinónimo de playa. Las arenas gruesas y oscuras son el preámbulo de una zambullida refrescante y playa Grande es el lugar más concurrido por quienes adoran el sol, especialmente los más jóvenes. Mil colores se reúnen entre la vestimenta playera, las velas de las embarcaciones y los kayaks, a lo que se suma el azul del lago y el cielo. Al costado, un bosque provee de buena sombra para un momento de relajación. El volcán Villarrica acompaña siempre; se muestra inmenso y cercano en muchas esquinas de la ciudad y especialmente en La Poza. Su perfil cónico luce una fumarola que no altera la vida de la población. De hecho, a diario se realizan excursiones terrestres que llegan hasta el cráter mismo. Pucón es pequeña y tiene todo lo necesario a la vuelta de la esquina. Se la conoce en una caminata de media mañana mientras se descubren los lugares de moda para pasarla bien durante el día y la noche.