La bicicleta gana cada día más adeptos entre los que viven en Río Mayo y los que llegan para ensayar sus destrezas en medio de una naturaleza agreste y dispar.
Río Mayo se ha convertido en los últimos años en paso obligado de muchos ciclistas que unen puntos estratégicos de la extensa Patagonia argentina en una aventura sobre dos ruedas. A poca distancia de la frontera con Chile y atravesada por la ruta nacional 40, Río Mayo es un punto clave para descansar de las travesías y recorridos individuales o grupales. La geografía abrupta típica de la región donde la cordillera se encuentra con la meseta, sus cañadones profundos y sus bardas en vez de poner trabas a la actividad la enriquecen. Es así como en los alrededores de la ciudad se han desarrollado varios circuitos para la práctica de bicicleta de montaña aprovechando las fuertes pendientes y los terrenos muy variados. Los suelos sólidos, arenosos y ripiados se suceden unos a otros en forma constante haciendo que el ciclista deba realizar cambios en la manera de pedalear. Para quienes comparten la pasión del
mountain bike y el respeto por la naturaleza, esta región ofrece experiencias enriquecedoras que impactan y dejan huella en el alma. Pero hay quienes no son deportistas natos y sí admiradores de la sensación de serenidad que ofrece pasear en bicicleta simplemente para trasladarse de un lado al otro o acceder a las afueras de la ciudad para pasar un día al aire libre. En Río Mayo es común que sus habitantes se trasladen de esa manera y los turistas adoptan esta forma de traslado para mimetizarse con el ambiente de paz del lugar.
“Río Mayo es sede de una de las fechas del Torneo Regional de
Mountain Bike del Chubut. Concurren deportistas de las localidades de
Sarmiento, Senguer,
Esquel,
Trelew y hasta los que llegan de la costa atlántica, de
Comodoro Rivadavia y
Caleta Olivia”, nos dijo un ciclista local. El deporte de las dos ruedas tiene en Río Mayo un lugar ideal para la práctica del cicloturismo en una geografía impactante que es aventura asegurada.