Llegamos hasta Puerto Saavedra y el lago Budi, ventanas de la Araucanía al Pacífico que nos mostraron el valor étnico de la región.
El río Imperial corre sometido a la geografía hasta que finalmente se libera cuando llega al Pacífico. Es ahí, en Puerto Saavedra, donde el paisaje costero se vuelve agreste y fascinante, se carga de historia y significación cultural. Desde sus orígenes habitada por la cultura mapuche, esta localidad capital de la comuna fue fundada por Cornelio Saavedra en 1885. Luego del maremoto de 1960, Saavedra dejó de ser un puerto fluvial para pasar a ser un atractivo balneario muy visitado por chilenos y turistas extranjeros.
En el centro urbano, en la Ruka Witral o Casa del Telar se elabora y vende artesanías en fibra vegetal y textiles mapuches, además de brindar información turística sobre toda la región. Al igual que los antiguos pobladores lafkenche, lo cual significa “gente de la costa”, los pescadores artesanales se extienden a lo largo de la amplia orilla del mar. Caminar por la Maule, la playa principal de la comuna que se extiende a lo largo de 4 kilómetros, permite sentir la brisa marina y la fina arena bajo los pies. Además, en verano su Ruka Newen Lafken invita a probar frescas tortillas al rescoldo, entre otras comidas típicas.
Otro sitio es Los Pinos, una playa más reparada con área de
camping y esparcimiento para disfrutar en familia. Pero sin dudas el lugar más pintoresco de Puerto Saavedra es lago Budi, situado a 10 kilómetros al sureste de la ciudad. En el sector conocido como la Boca Budi, esta albúfera o espejo de agua salada se une al óceano Pacífico formando espectaculares playas donde se pueden contemplar cisnes de cuello negro que completan la paradísiaca estampa. A orillas del lago, el pintoresco caserío de Puerto Dominguéz recibe el nombre de “el jardín del Budi”. El poblado cuenta con comercios, servicios e infraestructura para los visitantes y es el punto desde donde zarpa el transbordador Carlos Schalchli hacia isla Huapi. En este lugar, la Ruka Lafken Leufu recrea las costumbres y tradiciones mapuches en un entorno de singular belleza escénica.
De esta manera, al recorrer la costa de la Araucanía no sólo nos dejamos maravillar por sus riquezas naturales, sino también por el encanto de su historia que se refleja en cada contacto con la gente del lugar.
Fuente: lagobudi.cl