Muy cerca de la ciudad de Bariloche, el agroturismo es otra oportunidad de disfrutar de los paisajes de la Patagonia en cualquier momento del año. La cabalgata es una opción para todo público que quiera conectar con la experiencia al aire libre, el turismo rural, la naturaleza, la fauna típica de la región, las travesías a campo abierto o una excursión diferente y singular, siempre dentro de un entorno relajado y de interacción positiva con el ambiente.
Estepa, cabalgatas y cóndores
Las cabalgatas son propias de los servicios turísticos que pueden darse en destinos como Bariloche. De este modo, se busca que los recorridos a caballo brinden una experiencia nueva, no solo en cuanto a destinos y paisajes, sino también para entender el manejo de estos animales y sus hábitos, además de fortalecer el espíritu de los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre.
En la estepa patagónica, el cóndor vigila el paseo y agrega la riqueza territorial, donde las cabalgatas se mimetizan con esa geografía escalonada de vegetación achaparrada dominante. Cada excursión es única en este sitio extraordinario, con paradas interpretativas y observación de flora y fauna, y se adapta a las necesidades de los visitantes.
Existen varios prestadores de cabalgatas en Bariloche, dado que la topografía y la vegetación brindan el entorno ideal para las excursiones a caballo y el disfrute de la majestuosidad de los paisajes de la precordillera y la estepa. En general, todos ofrecen salidas cortas de medio día, día completo y travesías de dos días. Uno de ellos es La Fragua, de la Estancia San Ramón, a 30 km del centro urbano barilochense, cuyas puertas están abiertas al agroturismo hace más de 10 años.
Luego de un desayuno campero de bienvenida y una charla sobre la actividad, los visitantes parten a la cabalgata que puede durar unas dos horas con regreso a la estancia, donde los espera un rico almuerzo. La opción de día completo suma una segunda salida hacia la inmensidad de la estepa y merienda de refuerzo. Para los más avezados, la vivencia más larga atraviesa la estepa de hondonadas, cañadones, vados y arroyos, se acampa a la vera del Limay, disfrutando del vasto paisaje y de las condoreras que ponen marco al recorrido agreste.
Es una excursión diferente a las acostumbradas, perfecta para todo público con ganas de cabalgar y descubrir los entornos más solemnes de Bariloche. Los acompañantes que no deseen salir a caballo pueden recrearse con un día de campo. Finalmente, la época ideal es de septiembre a abril, pero no quita que se puedan organizar paseos de invierno.