La idea de esta sección no es enseñarles a pescar. Creemos que muchos de ustedes saben demasiado más que nosotros sobre la pesca con mosca, ya sea porque se dedican a ello o porque se trata de una actividad que practican desde hace años.
En esta sección habrá lugar para las entrevistas a las personalidades más destacadas del ambiente mosquero; entrevistas que se actualizarán constantemente para no perder detalle de los discursos que circulan tanto durante la temporada de pesca como así también en el período de veda.
Diversas reflexiones y temáticas estarán también presentes dentro de la sección y serán seguramente motivo de debates y polémicas, dando origen así a la incorporación de otras nuevas e interesantes. Todas en un marco de cordialidad y armonía, fundamentales para la ética del pescador deportivo.
Asociaciones y clubes tendrán también su lugar y voz dentro de la página, por lo que estamos interesados en recibir de ellas todo el material y gacetillas de prensa que quieran hacer públicas y que consideren de interés para el pescador con mosca.
Por ello, lo que en realidad queremos es despertar en ustedes el interés por diversas temáticas y reflexiones que hacen a la actividad del pescador con mosca.
Queremos que sepan que en esta sección permanentemente encontrarán contenidos de interés, que reflejen todo lo que hace al mundo del mosquero.
Existe una película que refleja la filosofía mosquera con maestría.
El debut literario del autor del libro se produjo a los 73 años. Cuando Robert Redford le hizo saber que Nada es para siempre era su obsesión y quería filmar la película, le contestó: “Me ha llevado 40 años escribir esto y no voy a dejar que Hollywood lo convierta en pornografía”.
Norman Maclean ya había descartado ofertas. Una de ellas, de William Hurt, otro aficionado a la pesca con mosca. Para ganarse sus favores, Hurt le propuso una excursión de pesca. Pero como el actor no tenía licencia, Maclean sentenció: “Entonces, yo no pesco con Hurt”. Éste volvió unos días después con su licencia. Pescaron juntos y, finalmente, Hurt se propuso para el papel de Paúl, hermano de Maclean y personaje central del relato. “Eres bueno, pero no tan bueno como Paúl” respondió el escritor. Hurt replicó: “Si no soy tan bueno, tal vez podría hacer de Norman”. Y la respuesta fue: “Claro que podrías ser Norman Maclean, pero no tenía 80 años cuando ocurrieron los sucesos de la novela”.
Finalmente, Redford accedió a que el escritor revisara el guión. Pero Maclean murió a los 87 años, antes de finalizarse la película, luego de una vida dedicada a la literatura, a la pesca con mosca y a desentrañar el misterio de la condición humana.
Nada es para siempre Muchnik Editores, 1992