Punta Arenas es el inicio de este viaje al paraíso natural de las ballenas. La expedición se introduce por el estrecho de Magallanes, la región más austral del continente.
Montañas majestuosas, campos de hielo imponentes, un cielo fascinante, las aguas frías de la Región de Magallanes nos esperan al embarcar en Bahía Carrera, a 50 km al sur de Punta Arenas, introduciéndonos por el estrecho más austral de Chile. Pero hay algo más en ese misterio del fin del mundo. El santuario de las ballenas jorobadas, un espectáculo natural. Todo depende de su curiosidad, quizá tengas un avistamiento increíble de numerosas ballenas juguetonas a pocos metros de la embarcación o quedes deslumbrado en el último minuto con las 40 toneladas que se levantan delante de tus ojos a modo de saludo.
Parque marino
Desde Punta Arenas se puede acceder al Parque Marino Francisco Coloane por el Cabo Froward, que ha sido el camino elegido por Fernando de Magallanes, pioneros y colonos, corsarios y piratas, y navegantes de todas las tallas. Aquí nos encontramos en el punto más austral del continente, entre fiordos y canales de la más infinita belleza. El primer punto de interés es el Fuerte Bulnes, un hito de Chile, uno de los primeros asentamientos de políticas colonizadoras sobre el estrecho de Magallanes que luego dio origen a Punta Arenas en 1848. El Parque Marino Francisco Coloane tiene 67000 ha de superficie y discurre por el canal Jerónimo, el Paso Tortuoso, la isla Santa Inés y su glaciar, el islote Rupert, el canal Bárbara, el Paso Shag, el Seno Helado y el Seno Ballena. Las islas Carlos III, Santa Inés, Riesco son el escenario del paisaje más esperado. En sus costas accidentadas lobos marinos toman su siesta aletargada mientras los pingüinos de Magallanes hacen su despliegue vistoso hacia el mar. Coihues magallánicos, cipreses y canelos se asoman como representantes de esa biodiversidad magnífica de bosques costeros. Los bloques de hielo del ventisquero Santa Inés flotan en las aguas heladas del Seno Ballena. Numerosos fiordos de extensa vegetación son el hábitat natural de la foca leopardo, los cormoranes y los albatros de ceja negra. La presencia más carismática no se hace esperar. Acompaña tu viaje en una vuelta eterna de la naturaleza que las trae de nuevo desde las líneas tropicales del Ecuador para buscar alimento y refugio en las aguas de la Región de Magallanes. Sus vidas andariegas transcurren entre estas áreas de alimentación y descanso y las zonas de reproducción en latitudes más cálidas. Sus juegos comienzan tímidamente hasta tener a su público cautivo. En el verano austral, la reserva es hogar de las ballenas jorobadas que se refugian en los alrededores de la isla Carlos III y el Seno Ballena. Por fortuna, la población de ballenas aumenta año a año, por lo cual también el marco regulador de un turismo sostenible se puso en marcha para hacer posible estos paseos de avistaje de ballenas y delfines en un sitio único en el mundo. Otros animales característicos de la reserva marina son las ballenas franca, ballenas sei y minke antártica, el delfín austral y la tonina overa. Las expediciones parten en transfer desde Punta Arenas, en la madrugada temprano. Llevar ropa abrigada e impermeable. El parque marino es uno de los lugares privilegiados del océano Pacífico para maravillarse con las ballenas, los pingüinos y los glaciares.