La Luna
Un lugar cálido, alegre, la mayor parte del año muy cosmopolita ya que hasta aquí llegan todos los turistas que vienen a Punta Arenas. Y vienen recomendados, porque las mejores guías mencionan La Luna como “el” restaurante de la ciudad austral. “De octubre a mediados de abril se convierte en una Torre de Babel”, comenta Mario, su orgulloso dueño que desde hace 5 años dirige este emprendimiento. Una de las causas del éxito es la relación precio-calidad, además de la cordial atención. Al frente de la cocina está la chef Daniela Ojeda, nativa de Punta Arenas, y junto a un grupo de jóvenes, principalmente mujeres, comanda el restaurante. La carta es el reflejo de una cocina variada que cuadra con el estilo de La Luna. Presenta una completa propuesta de mariscos de la región, pescados, carnes y pastas. Imperdonable no probar el chupe de centolla o mariscos, un pastel que se sirve muy caliente en cuencos de greda y que se ha convertido en un clásico. También son muy solicitados los “ostiones parmesanos”, la “sopa marinera” y “el jardín de Luna y mar”, como platos principales. El postre, otro representante de la Patagonia: el mousse de Calafate. Las mejores bodegas chilenas acompañan el menú que puede empezar o terminar, como mejor se prefiera, con un buen pisco sour, por supuesto.
Para rematar una excelente comida, recibimos una banderita que clavamos en uno de los grandes mapas que decoran los muros. Como astronautas de paso por La luna.
The Farmer
Es el célebre restaurant del hotel Isla Rey Jorge, donde nunca faltan paladares exigentes, si de comida exótica se trata. Comer en este lugar está lejos de un mero trámite. Enrique Nuñez -el chef- se encuentra instaladísimo en su puesto, desde donde aplica la experiencia que adquirió en diferentes cursos de cocina oriental e hindú. Lo mejor es acercarse sin apuro y dejar que los especialistas realicen el habitual despliegue de aromas y sabores por el ambiente, mientras que uno se relaja entre la decoración de estilo inglés y el ambiente intimista, puesto que el “resto” sólo tiene 7 mesas. Enrique sabe lo que busca. Se encuentra a la vanguardia de Punta Arenas en la realización de platos especiales. Con el pasar de los años ganó el reconocimiento de sus pares y sus producciones son toda una marca registrada. Para la entrada, recomendamos la autóctona centolla magallánica con galleta casera. Luego, se puede probar el lomo de liebre con arroz y frutos hindúes. Los que gustan de las recetas picantes, aprovechen la ocasión y prueben la anguila salteada a la oriental: una experiencia afrodisíaca en el paladar. La carta de vinos no es tan amplia, pero en ella se destacan las bodegas
boutique de Chile, obviamente.
Los Ciervos Restaurant
Se encuentra en el interior del espléndido casco de la estancia Río Los Ciervos, donde comer bien siempre fue una consigna. Don Zaldivar Clavel –su propietario- es un aplicado hacedor de platos caseros, y no duda en poner todo su empeño para que sus comensales queden más que satisfechos. Mientras se espera la comida, entre pisco sours y aperitivos, se puede conocer la historia del lugar, que es narrada desde las paredes mismas del restaurant. Fotos detenidas en el tiempo demuestran, en las distintas gamas de grises, que ese sitio vio nacer a la ciudad de Punta Arenas. Los Ciervos Restaurant es un claro ejemplo de cómo comer sanísimo y sabroso. Si a esta mesa se acerca, déjese tentar con el salmón ahumado y acompáñelo con unas gotitas de limón, una delicia difícil de explicar. A la hora de comer, esta temporada siguen imbatibles las costeletitas de cordero patagónico con papitas chanchas y chimi churry. El aroma, el color y los sabores se llevan todos los aplausos. Si tiene que romper la dieta, para el postre le aconsejamos los panqueques con manjar (dulce de leche en Argentina), y despúes me cuenta. Los vinos de las grandes bodegas de Chile son la mejor opción para acompañar estos platos.
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