El Parque Nacional Alberto de Agostini debe su nombre al sacerdote salesiano que exploró las islas y los fiordos de la región de Magallanes. Con una superficie de 14600 km2, se ubica a 800 millas marinas de Punta Arenas y al oeste de Puerto Williams.
De sotana y cámaras al hombro
La cordillera de Darwin y el Canal Beagle son imágenes importantes a la hora de describir el paisaje y las áreas protegidas del parque nacional. Los rastros de un joven Darwin que se embarcó en el Beagle en 1831 llevando consigo solo sus primeras impresiones del tiempo profundo que acarrea la geología resaltan enseguida cuando se quiere estudiar un poco más la región.
Tierra del Fuego era el objetivo del segundo viaje del Beagle al mando de Fitz Roy para confeccionar los mapas y explorar el canal interoceánico. El paisaje era el mismo que había visto 300 años antes Fernando de Magallanes. La bahía Wulaia es el punto que eligió Fitz Roy para iniciar su campaña evangelizadora y es allí también que el naturalista Charles Darwin se encontró con los habitantes originarios de la región, los yámanas, y este contacto le permitió comenzar a trazar las primeras líneas entre la adaptación y la evolución para entablar su posterior teoría. Fitz Roy bautizó la cima más alta al norte del canal como monte Darwin.
El padre Alberto María de Agostini arribó a Punta Arenas en 1910. Además de dedicarse a las tareas propias de la congregación misionera, el cura italiano, que era también geógrafo, fotógrafo y documentalista, conjugó todos sus conocimientos con la exploración de las tierras magallánicas y los ascensos a los montes de los que quedaba prendado.
Con sus exploraciones, el cura con sotana y cámaras fotográficas pesadas definía la orografía de la región. Por más de 30 años, llevó a cabo travesías increíbles con metódica y apasionada progresión por todo el sistema de la cordillera magallánica, los fiordos y los valles glaciares. Su legado dejó numerosos archivos fotográficos, mapas de la región de Magallanes y libros que hablan de la Patagonia, entre ellos, Guía Turística de Magallanes y Canales Fueguinos y Guía Turística de los Lagos Argentinos y Tierra del Fuego.
Navegando por el canal se contemplan los increíbles ventisqueros que descienden por los faldeos rocosos hacia los fiordos, senos y canales. Uno de los más conocidos es el glaciar Marinelli, que desciende desde el campo de hielo de la cordillera Darwin. Además de los fiordos, glaciares y archipiélagos, los amantes de la naturaleza pueden observar una avifauna característica como albatros, cormoranes y petreles. El seno Almirantazgo y la bahía Brookes albergan especies emblemáticas de la región como la foca leopardo, el albatros de ceja negra y el elefante marino del sur. Hacia los bosques, nutrias, coipos y zorros.
Muchos de los glaciares visitados por De Agostini hace 100 años hoy aparecen tímidos detrás de montes rocosos, pero la majestuosidad de los fiordos fueguinos sigue intacta. La labor y el archivo fotográfico del explorador se pueden conocer en el Museo Salesiano Maggiorino Borgatello, en Punta Arenas.